Los pequeños propietarios de pisos en alquiler pueden deducirse hasta el 90% de sus ingresos en la declaración de la Renta

Las desgravaciones por rehabilitación energética de viviendas alcanzan hasta el 60% del coste total de las obras

Guardar
Cartel de alquiler en una
Cartel de alquiler en una vivienda de Madrid.

Los dueños de viviendas en alquiler pueden acogerse a jugosos beneficios fiscales en su declaración de la Renta de este año con los que pueden deducirse entre un 50% y un 90% de los ingresos obtenidos por el arrendamiento de sus casas. Pero no son las únicas deducciones en materia de vivienda, ya que los contribuyentes también pueden acogerse a las generadas por la rehabilitación energética de sus casas que alcanzan hasta el 60% del coste total de las obras si reducen el consumo de energía primaria no renovable.

Así, según lo dispuesto en la Ley por el Derecho a la Vivienda, los contribuyentes que tengan una vivienda alquilada en una zona tensionada podrán deducirse hasta el 90% de los ingresos del alquiler si han bajado el precio de las rentas un 5% en relación con el contrato anterior.

Desde el Ministerio de Vivienda ponen el ejemplo de una persona que alquila un piso en Sants (Barcelona) por el que recibe una renta mensual de 1.100 euros. El arrendador tendrá, aproximadamente, 700 euros anuales más de beneficio neto por el alquiler de la vivienda -una vez descontados los gastos deducibles aproximados, un tipo marginal del 37% en el IRPF y los ingresos que deja de percibir por la rebaja del precio del alquiler-. Mientras que el inquilino se ahorrará 660 euros anuales en el pago de su alquiler.

Isabel Rodríguez asegura que se están creando más viviendas que hogares.

También en las zonas tensionadas, los arrendadores se podrán deducir el 70% de las rentas si su vivienda está alquilada a jóvenes de entre 18 y 35 años. Lo que, en el caso del ejemplo anterior y con las mismas condiciones, supondría un ahorro de 680 euros anuales para el arrendador.

Si la vivienda en renta no está situada en una zona tensionada, la bonificación por alquiler residencial se quedará en el 50%, a excepción de viviendas arrendadas en las que se hayan acometido obras de rehabilitación, donde se aplica una reducción del 60%. También se aplicará el 70% de reducción en el caso de viviendas cedidas o arrendadas a la Administración pública o entidades del tercer sector, o acogidas a algún programa público de vivienda que limite la renta del alquiler.

La reducción del 60% supondría un ahorro anual de 340 euros al arrendador, utilizando las mismas condiciones que en los ejemplos anteriores, y la del 70% sería de 680 anuales.

Unas contribuyentes se informan en
Unas contribuyentes se informan en una oficina de la Agencia Tributaria. CARLOS LUJÁN / EUROPA PRESS

Hacer obras para ahorrar energía también desgrava

Los ciudadanos también pueden acogerse a una deducción en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) por obras de mejora de la eficiencia energéticas en viviendas. Se aplican sobre las cantidades invertidas en obras de rehabilitación que contribuyan a alcanzar determinadas mejoras de la eficiencia energética de la vivienda habitual y en los edificios residenciales, acreditadas a través de certificado de eficiencia energética.

Existen tres tipos de deducciones según datos del Ministerio de Vivienda. La más baja es del 20% y va destinada a propietarios que reduzcan un 7% la demanda de calefacción y refrigeración en su vivienda habitual o en cualquier otra de su titularidad, siempre que esté arrendada o con expectativas de arrendarla y se suscriba el contrato antes del 31 de diciembre de 2025. En estos casos, el máximo de la deducción alcanza los 5.000 euros anuales.

Los contribuyentes también pueden acogerse a una deducción del 40% por actuaciones que reduzcan un 30% el consumo de energía primaria no renovable, o mejoren la calificación energética alcanzando las letras «A» o «B» en vivienda habitual o de cualquier otra de su titularidad, siempre que esté arrendada o con expectativas de arrendarla y cuando el contrato se suscriba antes del 31 de diciembre de 2025. En estos casos la desgravación llega hasta los 7.500 euros anuales.

La tercera deducción que los propietarios de vivienda pueden solicitar es del 60% y va dirigida a reformas que reduzcan un 30% el consumo de energía primaria no renovable, o mejoren la calificación alcanzando las letras «A» o «B» en edificios residenciales. Su periodo de aplicación finaliza el 31 de diciembre de 2025 y las deducciones llegan hasta los 5.000 anuales anuales.

Ahorro de 319 millones en impuestos

Fuentes del Ministerio de Vivienda señalan que en los ejercicios de 2021, 2022 y 2023, se llevaron a cabo deducciones por obras de mejora energética en un total de 122.862 viviendas, que han supuesto un ahorro de 319,70 millones de euros en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas.

Así, en 2021 se presentaron un total de 2.535 declaraciones, pasando a 55.761 en el año 2022 y elevándose dicha cifra hasta las 110.940 del año 2023, lo que da un total de 169.236 declaraciones las presentadas en los tres años de aplicación.