
El pequeño principado parlamentario escondido en los Pirineos orientales y cuyo sistema político combina una jefatura compartida entre el presidente de Francia y el obispo de La Seu d’Urgell, en España, es la conocida Andorra. El país tiene una superficie estimada de 460 km² y la capital con más altura de Europa, ya que se sitúa a unos 1.000 metros sobre el nivel del mar. A pesar de su aislamiento durante el siglo XX, en la actualidad ha podido observar una gran evolución económica. Esto no se debe solo al turismo, que se basa generalmente en los beneficios de sus estaciones de esquí, sino a su apertura económica y alineación con normativas internacionales.
Y es que, gracias a estas adaptaciones y a la libertad fiscal, se produjo una gran migración que en 2023 desembocó en que más de la mitad de sus habitantes (con un total de 80.000) fuesen extranjeros; siendo las españolas, portuguesas y francesas las nacionalidades más comunes. Esto ha generado numerosos beneficios económicos para el país. No obstante, también plantea diversos desafíos de vivienda, como que el 36,8% de los hogares sean unipersonales, mientras que las que tienen dos huéspedes descienden al 25,1% y las que tienen tres, cuatro y cinco sea de un 32,8%.
Los solteros superan el número de familias tradicionales

El departamento de Estadística del Gobierno de Andorra ha elevado, un año más, el número total de hogares en el país, con el que se ha señalado el liderazgo de las viviendas unipersonales con el 36,8% (14.451 viviendas) de las 39.271. Estos han superado, sin duda, a los modelos familiares tradicionales que recogen el 32,8% del total (12.880), que recogen a totas las residencias de tres, cuatro y cinco huéspedes, más el 5,3% (2.081) de núcleos familiares que superan los cinco integrantes.
El resultado del estudio anual ha reflejado el alza de la convivencia en pareja, que representa el 25,1% (9.857) del total, y la disminución de familias numerosas o convivencias extensivas. En este contexto, el Diario de Andorra ha explicado que la media de los miembros por alojamiento es de 2,22 personas, ha disminuido respecto a la cifra anterior, que en 2023 databa de 2,25. No obstante, desde 2020 la media ha oscilado entre 2,17 y 2,25, lo que plantea la duda sobre si es una tendencia negativa o una variación decimal.
Tal y como recoge el medio andorrano, la parroquia que concentra el mayor número de hogares es su capital, Andorra la Vella, con 11.000. El resto la siguen con un poco de distancia con 6.711, en el caso de Escaldes-Engordany, 6.399 para Encamp y 5.315 La Massana. Mientras, Julià de Lòria (3.928), Canillo (3.639) y Ordino (2.279) son las parroquias con menos edificaciones ocupadas. En cuanto a su crecimiento en los últimos años, el más destacable ha sido el de Canillo que ha tenido un 48% de ampliación, muy por encima de Ordino (+15,5%) o Encamp (+13,2%).
Sin embargo, los hogares con un mayor número de residentes lo encabeza Sant Julià de Lòria con 2,58 miembros por hogar, seguida de Ordino (2,43) y Escaldes-Engordany (2,35). Por su parte, Canillo representa el número más bajo, con solo 1,65 personas por hogar. Por lo que a pesar de haber incrementado la presencia en domicilios entre 2020 y 2024, la mayoría han sido ocupadas por un solo particular.
La convivencia en pareja no decae ante las rupturas
Según el mismo informe, el 65% de las parejas que residen en Andorra están formadas por extranjeros, mientras que el 25,2% son unidades nacionales y el 9,8% son mixtas. Además, los datos publicados por el Gobierno de Andorra ha escenificado una tasa bruta de nupcialidad de 4,55 casamientos por mil habitantes, teniendo en 2023 la cifra más alta desde 2020: 387 uniones.
Entre estas se ha detectado que 199 fueron por parte de parejas extranjeras, mientras que 130 por relaciones mixtas y 58 por nacionales. Sin embargo, la tasa de divorcios, que ha aumentado igualmente en los últimos años, no llega a superar a los matrimonios por año, pues en 2023 se registraron solo 223 separaciones legales. Dentro de este umbral se encuentran los divorcios, siendo los dos miembros andorranos (31), uno andorrano y otro extranjero (44), los dos extranjeros (87) y otros (61).
En este sentido, las separaciones no influenciarían al mercado de la vivienda o el alquiler en Andorra. Aunque habría que plantear si los apartamentos turísticos del país, que suman un total de 46.790, suponen un problema de oferta inmobiliaria para los habitantes, ya que es superior al número de residencias (39.271).