Qué es un testamento ológrafo y cuál es su validez

Aunque en general la ley permite testar a partir de los 14 años, el Código Civil establece que, en el caso del testamento ológrafo, solo pueden otorgarlo personas mayores de edad

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Imagen de un testamento.
Imagen de un testamento.

Redactar el testamento antes de morir tienen numerosas ventajas tanto para el causante -que se asegura de que sus últimas voluntades se cumplen-, como para los herederos, que se ahorran mucho más tiempo y dinero que en las sucesiones intestadas (sin testamento). Por ello, siempre es conveniente y recomendable dejarlo escrito.

Existen varios tipos de testamentos: El testamento ante testigos (al que se recurre en circunstancias excepcionales), el testamento ológrafo (que se deja por escrito, con fecha y firma), el testamento notarial abierto (es el más recomendado, ya que se realiza con la mediación de un notario) o el testamento cerrado (es el que el causante escribe y guarda en un sobre -sin que se informe a nadie sobre su contenido-).

Qué es un testamento ológrafo

El testamento ológrafo consiste en que la persona deja por escrito sus voluntades de forma manuscrita, de su puño y letra. Es decir, que no es válido si se redacta a ordenador. Para que tenga validez legal, debe incluir la fecha y la firma del testador. Puede realizarse en cualquier momento y no supone costes para quien lo redacta, aunque sí genera gastos para los herederos, ya que será necesario iniciar un procedimiento de verificación ante notario, cuyo coste puede alcanzar los 100 euros.

Este tipo de testamento debe conservarse en un lugar seguro, fuera de riesgos de extravío o deterioro, ya que su validez depende de su integridad. Aunque en general la ley permite testar a partir de los 14 años, el Código Civil establece que, en el caso del testamento ológrafo, solo pueden otorgarlo personas mayores de edad. Se trata de una opción útil para quienes no pueden acudir fácilmente a una notaría o no cuentan con los medios para solicitar el desplazamiento del notario a su domicilio.

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Cómo acreditar su validez legal

Como explican desde la compañía de seguros de defensa jurídica, ARAG, para que un testamento ológrafo sea válido debe seguir una serie de trámites en el momento de la muerte del testador. Estos son:

  • Comprobar la autenticidad del testamento: se realiza actualmente ante notario, tras la entrada en vigor en julio de 2015 de la Ley de Jurisdicción Voluntaria. Antes de esa fecha, este trámite se llevaba a cabo ante el juez de Primera Instancia.
  • Intervención de testigos: Para verificar su validez, será necesaria la intervención de tres testigos o, en su defecto, una prueba pericial caligráfica que confirme que el documento fue escrito por el testador.
  • Autorización del acta: Una vez completadas las diligencias, el notario autorizará el acta de protocolización, en la que se detallarán todas las actuaciones realizadas durante el proceso.

El plazo legal para solicitar la protocolización del testamento ológrafo es de cinco años desde el fallecimiento del testador. No obstante, la persona que lo tenga en su poder está obligada a presentarlo ante un notario competente en los diez días siguientes a tener conocimiento del fallecimiento. En caso de incumplir este plazo, podría ser responsable de los daños y perjuicios que se deriven por la demora.