Cuánto dinero ahorrado hay que tener en la cuenta corriente para dormir tranquilo por la noche

Con ello, las personas pueden crear un colchón económico que les permita afrontar tanto los desafíos cotidianos como los imprevistos sin comprometer su bienestar

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Persona con insomnio preocupada por
Persona con insomnio preocupada por el dinero (Montaje elaborado por Infobae España)

Son muchos los motivos que nos mantienen despiertos por la noche, desde un examen importante hasta una situación familiar complicada. Pero sin duda, hay una preocupación que quita el sueño a muchos españoles: el dinero.

La incertidumbre sobre cómo gestionar los ingresos, afrontar deudas o planificar para el futuro puede generar un estrés constante. En este sentido, el ahorro se presenta como la solución a la mayoría de los problemas. A través de él, las personas pueden crear un colchón económico que les permita afrontar tanto los desafíos cotidianos como los imprevistos sin comprometer su bienestar.

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El Banco de España lo tiene claro: para lograr un equilibrio económico sostenible de nuestras finanzas, es muy importante trabajar en la planificación tanto a corto como a medio y largo plazo. Pero ¿Cómo podemos hacerlo?

El ahorro para combatir el insomnio

El catedrático de Economía Financiera de la Universidad Autónoma de Madrid Pablo de Andrés Alonso ha dado a Infobae España las claves para ahorrar y saber cuánto hay que hacerlo. Lo primero que hay que saber es que se recomienda que el dinero que se mantenga en una cuenta corriente no sea inferior a tres veces ni superior a seis veces los gastos mensuales de manutención, siendo preferible acercarse más al límite superior de este rango. Por ejemplo, si los gastos de manutención mensuales de una persona ascienden a 1000 euros, lo ideal sería mantener entre 3000 y 6000 euros en la cuenta corriente. Esta cantidad proporciona un margen de seguridad para cubrir cualquier eventualidad, como emergencias médicas, reparaciones imprevistas o fluctuaciones en los ingresos, sin necesidad de recurrir a créditos o préstamos.

Sin embargo, el experto aclara que la situación individual de cada persona es fundamental para determinar el nivel de ahorro. Y es que, la cantidad que hay que guardar varía, por ejemplo, dependiendo de si se vive en una unidad familiar o en circunstancias extraordinarias como tener personas dependientes a cargo. En este sentido, el experto explica que “Es difícil ahorrar en los años más intensos de vida familiar pero sería conveniente hacerlo”, y afirma que el modo idóneo para hacerlo es la capitalización compuesta (lo que se obtiene en la primera inversión se vuelve a invertir).

La economista Kimmie Greene creó este método de ahorro hace menos de cinco años para no depender únicamente de la pensión al llegar a la jubilación

“Si por cada hijo se abriera una cuenta de ahorro o inversión, no habría que ahorrar mucho dinero para que con el tiempo se dispusiera de una cantidad significativa”, explica. Siguiendo esta estrategia, el propio importe de los regalos de bautizo, cumpleaños o cualquier aniversario capitalizado se convierte en una cantidad considerable al cabo del tiempo. “Ahora bien, hay que ser paciente, dejar que la inversión siga su curso, y ser madrugador, porque empezar pronto tiene, a largo plazo, ventajas”.

Tampoco es conveniente tener mucho dinero en la cuenta

Además, el experto avisa de que no es conveniente mantener mucho dinero en la cuenta corriente, ya que los depósitos asegurados tienen límite y las cuentas ofrecen poca rentabilidad (en algunos casos ninguna). Por ello, lo mejor es “diversificar en productos de ahorro e inversión no complejos, que una persona media pueda entender, y si son a largo plazo mejor”.

Según el experto, entre los errores comunes de los ciudadanos a la hora de gestionar sus ahorros se encuentran:

  • Invertir a corto plazo en vez de a largo plazo
  • Asumir excesivo riesgo y estar muy pendientes de las variaciones en el valor de la inversión lo que puede llevar a tomar decisiones precipitadas e ineficientes,
  • Depender excesivamente del crédito asociado a la tarjeta de crédito
  • Especular con el dinero “a modo de casino”: invertir o gestionar el dinero de manera arriesgada y sin un análisis sólido, similar a cómo se juegan las apuestas
  • No tomar decisiones de inversión secuenciales en bolsa: no se deben hacer inversiones de manera impulsiva o basada en situaciones puntuales, sino que debe haber una visión global que guíe todas las decisiones.