Una persona realiza el borrador de la Declaración de la Renta. (Ilastec Software)En menos de una semana comenzará la campaña para la declaración de la Renta 2024-2025, que arrancará el próximo 2 de abril. Una vez más, los contribuyentes dispondrán de casi tres meses para cumplir con sus obligaciones fiscales.
Además, se deberán tener en cuenta una serie de novedades, entre las que destaca la posibilidad de realizar el pago mediante Bizum y tarjeta bancaria, la actualización del límite de ingresos o exenciones fiscales para los afectados por la DANA.
La normalización del Impuesto a la Renta, prevista para marzo, impulsará la necesidad de soles en el mercado. Foto: CertusEn consecuencia, a partir del 2 de abril, los contribuyentes deberán presentar sus declaraciones del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) para regularizar su situación tributaria. Si las retenciones realizadas durante el año superan la cuota efectiva que corresponde al contribuyente, Hacienda procederá a devolver la diferencia. En caso contrario, si las retenciones son inferiores a la cuota debida, será el contribuyente quien deberá abonar la diferencia al organismo. Para reducir la carga fiscal, los gastos deducibles juegan un papel clave, ya que permiten una reducción de la base imponible, lo que puede resultar en una menor cantidad a pagar o incluso una devolución.
Si estás divorciado, estas son las deducciones que te permiten ahorrar dinero en la declaración de la Renta. Los gastos deducibles son aquellos que los contribuyentes pueden restar de su base imponible al presentar la declaración de la Renta, con el fin de reducir la cantidad sobre la que se calcula el impuesto a pagar.
Estos gastos, relacionados con la obtención de ingresos o el mantenimiento de la actividad económica, pueden incluir, entre otros, los gastos en formación, la adquisición de material relacionado con el trabajo, las cotizaciones a la seguridad social o los intereses de préstamos hipotecarios. Al deducir estos gastos, el contribuyente reduce su carga fiscal, lo que puede traducirse en un menor pago de impuestos o una mayor devolución.
Hay diferentes tipos de gastos deducibles, de acuerdo con el tipo de contribuyente. Los más comunes incluyen aquellos relacionados con la actividad profesional, como los gastos de formación continua, material de oficina, transporte y dietas. Si el contribuyente trabaja desde casa, también puede deducir parte de los gastos de la vivienda, como el alquiler, el suministro de electricidad o el internet, proporcionalmente al espacio destinado al trabajo. Para los trabajadores autónomos, los gastos asociados con su actividad, como la compra de productos o servicios necesarios para su labor, son deducibles.
En el caso de los gastos hipotecarios, los intereses de la hipoteca de la vivienda habitual son deducibles, siempre y cuando el contribuyente haya adquirido la vivienda antes del 1 de enero de 2013. Además, los seguros de salud privados y las aportaciones a planes de pensiones también pueden restarse de la base imponible.
Para marcar estos gastos en la declaración de la Renta, es importante contar con los documentos que los justifiquen, como facturas, recibos y contratos. Durante el proceso de la declaración, el contribuyente debe introducir los datos en las casillas correspondientes del borrador, que generalmente se encuentran en las secciones de “Rendimientos del trabajo” o “Gastos deducibles”. Es recomendable revisar cada gasto deducible con atención, ya que cualquier error podría afectar el resultado final.