
Ganar una suma considerable de dinero en la lotería es uno de los sueños de la gran mayoría de personas. La suerte, sin embargo, es bastante caprichosa y solo se pone del lado de unos pocos, que consiguen hacerse con varios miles (o incluso millones de euros) con los que vivir de una forma más despreocupada. Comprar un coche nuevo, viajar por todo el mundo y descubrir una gran cantidad de países, subsanar la hipoteca, adquirir una segunda vivienda en un municipio de la costa..., son muchos los deseos que la gente idea soñando con ser algún día uno de los afortunados.
Por este motivo, pese a que las posibilidades son escasas, todavía miles de personas continúan jugando a la lotería, que deja premios también en poblaciones más pequeñas a lo largo y ancho del mundo. A veces como afición, sin una verdadera confianza en conseguir el boleto premiado, y otras con la esperanza puesta en aquel pequeño papel, cada día los jugadores acuden a los establecimientos en los que se vende la lotería para apostar por sus números favoritos para el próximo sorteo.
Un hombre residente en el pequeño municipio francés de Plélo, situado en el departamento de Côtes-d’Armor, acudió al estanco Le Milord el pasado domingo 23 de marzo. Tal y como señalaron los dueños del negocio, Christophe y Stéphanie Fleury al medio Le Télégramme, el señor no era un jugador habitual de estos sorteos, pero iba con asiduidad al establecimiento, que también funciona como bar. Ese día, sin embargo, compró un rasca y gana por cinco euros y, tras comprobarlo allí mismo, se llevó una sorpresa que le dejó en shock a él y a los vendedores: había conseguido la cantidad máxima, 500.000 euros.
“Estaba estoico, como en shock”
Los propietarios del estanco señalaron al medio francés que el ganador parecía estar “a punto de desmayarse” al descubrir el increíble bote. Sin embargo, no se referían a que se mostrase efusivo o que lo celebrase especialmente, sino que se mostró sereno y algo inquieto, una reacción completamente inusual dadas las circunstancias: “Estaba estoico, como en shock, al borde de la incomodidad cuando me entregó el billete”, recuerda Christophe, que añade que el cliente habitual de su establecimiento “se mantuvo humilde”.
Esta grata sorpresa no lo fue solo para el hombre de Plélo, sino que también los comerciantes se mostraron entusiasmados con la noticia: “Es la primera vez que ganamos una cantidad tan grande. Normalmente ronda los 50 o los 100 euros como máximo”. Esta cifra de medio millón de euros era mucho más cuantiosa que los premios que acostumbraban a repartir. “Lo ganó aquí directamente, tuvo mucha suerte. ¡Es una suma considerable!”, exclamó, explicando que posiblemente esta historia atraerá a nuevos clientes en busca de repetir este golpe de suerte.
El ganador del premio ha querido mantener su identidad en el anonimato, pero los vendedores han indicado que es “un cliente habitual de unos cuarenta años que vive en el pueblo”. Por el momento, el afortunado no ha cobrado su premio, pero ya ha sido contactado por Française des Jeux, que le ha proporcionado la información necesaria para pasar a recogerlo en Plougastel-Daoulas, en el departamento de Finistère. Allí podrá volver a encontrarse con los propietarios del establecimiento en el que consiguió la cuantiosa suma de dinero.