La multa que te ponen si te arrepientes de participar en ‘Pesadilla en la cocina’ el programa de Chicote: un restaurante de Barcelona lo desvela

Los dueños de ‘La Taberna’ han desvelado los detalles de cómo fue el rodaje en el canal de Youtube ‘Cenando con Pablo’

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Alberto Chicote en 'Pesadilla en
Alberto Chicote en 'Pesadilla en la cocina'. (ATRESMEDIA)

Pesadilla en la cocina es uno de los programas más exitosos de la última década de la televisión. La serie presentada por el reputado cocinero Alberto Chicote, lleva más de 10 años emitiéndose, dejando momentos únicos.

Si eres el dueño de un restaurante, presentarte a este programa es un arma de doble filo. Algunos negocios que acuden en busca de la ayuda de Chicote, consiguen salvar su negocio. Otros, en cambio, no logran evitar la quiebra pese a los consejos que reciben.

Sin embargo, si no se emite el episodio por los inconvenientes que ponen los protagonistas o por abandonar el rodaje, la multa económica a la que se enfrenta el restaurante es enorme. Esto no es exclusivo de Pesadilla en la cocina, de hecho la mayoría de programas estipulan este tipo de cláusulas para cubrirse las espaldas.

Walter y Ana, los dueños de un restaurante llamado La Taberna, en Barcelona, desvelaron en el canal de YouTube de Cenando con Pablo cómo fue su experiencia. Ambos cuestionaron los métodos empleados por el programa, explicaron cómo fue el rodaje y pusieron en duda la veracidad del programa.

Un trato diferente al esperado

La mujer ha comentado que ellos, al firmar el contrato, pensaban que se grabaría el día a día del restaurante, sin embargo, quedaron sorprendidos por el trato que recibieron. “A los cinco minutos te dicen corta y vente arriba porque esto así no se va a emitir”, comentó en el vídeo.

Esto generaba nerviosismo y crispación, pues, en el caso de que no se emitiese, se enfrentaban a una multa que superaba los 100.000 euros. Así lo confirmo después de que Pablo le preguntase si la multa llegaba a esa cantidad. “Pues por lo menos, era muchísimo dinero. También tenías que pagar el sueldo del equipo también, confesó ante la cámara.

Las largas jornadas tampoco ayudaban. En muchas ocasiones, los rodajes se alargaban hasta la madrugada. Esto, sumado a la constante presión a la que se veían sometidos, generaba una gran tensión. Este comportamiento es el que, en muchas ocasiones, condiciona a los empleados, generándose escenas de gritos y peleas virales.

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¿Es un programa de telerrealidad?

Pesadilla en la cocina es un programa, a priori, de telerrealidad. Es decir, que todo lo que pasa es tal y como sucede y no hay un guion a seguir. Sin embargo, estos dos hosteleros no han sido los primeros participantes en criticar al programa.

Walter comenta que el programa hace trampas, marcando unas pautas a los participantes. El dueño comenta que les pidieron que no limpiasen el local en cinco días. Además, un congelador que estaba vacío lo dejaron abierto y lo llenaron todo de hielo. También les pidieron las llaves del restaurante y les ordenaron que no volviesen hasta varias horas después.

Pero, según han explicado en la red social, la manipulación no era solo en el entorno laboral, en ocasiones les dan pautas para que lloren o expresen ciertas emociones. Por otra parte, las propuestas culinarias de Chicote nunca fueron puestas en práctica porque, según el criterio de los dueños, carecía de sentido.