
En el ámbito del derecho sucesorio, los términos herencia y legado se utilizan con frecuencia y, a menudo, indistintamente, pero tienen diferencias significativas que conviene conocer para entender cómo se distribuyen los bienes tras el fallecimiento de una persona. Aunque ambos conceptos hacen referencia a la transmisión de bienes, derechos y obligaciones de una persona fallecida, la forma en que se otorgan y las implicaciones legales para los beneficiarios son muy distintas.
Por un lado, la herencia engloba todo el patrimonio de una persona fallecida (sus bienes, derechos y obligaciones). Según la legislación española, se transmite de manera global a los herederos, quienes reciben todos los activos y, por ende, también las deudas que el fallecido pudiera tener.
El legado, por su parte, es una disposición específica y particular que hace el testador en su testamento, asignando un bien o derecho concreto a una persona determinada, llamada legatario. A diferencia de los herederos, los legatarios no asumen las deudas del fallecido, ya que solo reciben los bienes que se les han asignado de manera específica.
El legado puede ser de distintos tipos: puede consistir en un bien concreto (como una casa o un coche), una cantidad de dinero, o incluso en derechos como el cobro de una deuda. Además, siempre depende de la existencia de un testamento. Si no hay testamento, no existe la posibilidad de otorgar legados, ya que solo se pueden asignar bienes a través de la herencia. Es importante destacar que los legatarios no requieren aceptar formalmente el legado, ya que este se les asigna por la voluntad del testador.
Según estipula el artículo 888 del Código Civil, si el legatario decide no aceptar el legado, o si este no puede ejecutarse por alguna razón, el bien o derecho asignado se reincorpora al patrimonio heredado, salvo en situaciones de sustitución o derecho de acrecer.
Diferencias entre herencia y legado
Como explican desde el Bufete Osuna, las principales diferencias entre ambas son:
- Los herederos adquieren la totalidad de los bienes y las deudas del fallecido (a título universal), mientras que los legatarios solo reciben bienes específicos (a título particular) según lo dispuesto en el testamento.
- Los herederos son responsables de las deudas del difunto, mientras que los legatarios no lo son. Ellos solo adquieren el bien o derecho que se les asigna sin asumir ninguna obligación adicional.
- Mientras que los herederos deben aceptar la herencia en su totalidad, los legatarios no necesitan aceptar el legado, ya que este se ejecuta directamente por el albacea o en su defecto por los herederos.
- Los herederos pueden ser designados en testamento o por la ley en ausencia de este, mientras que los legatarios solo pueden ser nombrados en testamento.
En resumen, la herencia y el legado son conceptos relacionados pero muy distintos. La herencia es un derecho global que abarca todos los bienes y las deudas del fallecido, mientras que el legado se refiere a una asignación concreta de bienes a una persona determinada, sin implicar responsabilidad por las deudas del difunto.
Estas diferencias fundamentales entre herencia y legado son esenciales para comprender cómo se distribuyen los activos y las responsabilidades tras el fallecimiento de una persona, ya sea de acuerdo con la ley o con la voluntad expresada en un testamento.