Generación Z. (Adobe Stock)La Generación Z, compuesta por jóvenes nacidos entre mediados de los años 90 —desde el año 1995, más o menos— y el 2010, está transformando las dinámicas de consumo a nivel global.
Y es que, según un análisis promovido por Bango DVM —una empresa inglesa dedicada a la tecnología— en 2022, esta generación prioriza la tecnología, la sostenibilidad y la salud, dejando de lado algunos gastos que eran comunes entre sus predecesores, cuando el ámbito de la informática no formaba parte de la propia etapa de crecimiento.
Entre las áreas que han perdido relevancia para estos jóvenes se encuentran la lotería, las suscripciones a periódicos, la televisión previa a las Smart TV, las compras en tiendas físicas y la compra de viviendas. Este último es un problema especialmente visible en nuestro país, y no proviene de una falta de interés en ello, sino de la imposibilidad económica para lograrlo.
No obstante, uno de los puntos del estudio que más ha llamado la atención es precisamente la indiferencia que suscita comprar boletos de la lotería, algo que, especialmente en Navidad, siempre ha sido una costumbre arraigada en España. No hay más que ver las colas que se forman frente a Doña Manolita, en el centro de Madrid, a partir del mes de octubre, pero incluso más allá de la Navidad, cuando las personas de fuera de la capital hacen una visita.
¿Cuál es el motivo por el cual los más jóvenes no sienten interés por este tipo de apuestas? Y, sobre todo, ¿qué podría suponer esta bajada en la compra de lotería para la economía?
Según los datos que ofrece la web Statista, los españoles gastaron en el año 2022 más de 9.500 millones de euros en loterías estatales, que son, fundamentalmente, las del jueves, el sábado, el Sorteo de Navidad y el Sorteo del Niño.
Pero además de eso, gastaron 2.426 millones de euros en la ONCE, y cerca de 35 millones de euros en la lotería de la Cruz Roja de ese mismo año 2022.
El error garrafal de una niña de San Ildefonso: canta el Gordo cuando era una pedrea y provoca el desconcierto en el sorteo de Lotería de Navidad. No obstante, el estudio realizado por Statista muestra la evolución que ha habido en esta inversión en lotería desde el año 2015 hasta el pasado 2024, donde se puede ver una bajada significativa, especialmente en el año 2020 —el año de la pandemia— pero también en el 2023 y el 2024, debido a que las generaciones que más invertían en este tipo de premios han ido perdiendo población, mientras que los más jóvenes tienen un enfoque diferente hacia la posibilidad de ganar dinero rápidamente, debido al desarrollo de las tecnologías y de las nuevas oportunidades profesionales que vienen con ellas.
Otro dato interesante es el de los lugares donde hay más ventas de décimos. El pasado año 2024, la administración de loterías que más ventas tuvo, con muchísima diferencia, fue la de Doña Manolita, algo que cualquier persona podía intuir. Las estadísticas de esta administración son rotundas: 165,94 millones de décimos vendidos solamente para el sorteo navideño. Y no son los únicos, ya que hay otras administraciones, como La Bruixa d`Or, situada en un pueblo de Lleida; la administración de Loterías Manises, en Valencia; y la Lotería Ormaechea, en Bilbao, le siguen con un número de décimos nada desdeñable vendidos a lo largo del año.
Aunque el porcentaje de la recaudación de este tipo de premios por parte del Estado varía, según el juego y el tipo de sorteo, se pueden establecer unas cifras generales con el objetivo de entender lo que puede suponer para la economía española que las nuevas generaciones no inviertan en lotería.
En la lotería nacional de Navidad, por seguir con el mismo ejemplo, el Estado se lleva un 30% de la recaudación total. Pero en la lotería general de cada sábado, el Estado se lleva algo menos, un 10%. Y en el caso de otros juegos, como la lotería primitiva o la bonoloto, obtiene en torno a un 20% de la recaudación.
Alisce Ríos y Piero Rai Chávez, los niños de San Ildefonso que cantaron el Gordo de la Lotería de Navidad 2024. (@La1_tve en X)Según el Instituto Nacional de Estadística, en el año 2021 se repartió en Navidad un total de 2.720 millones de euros en premios, que es un 70% del total de las ganancias, que fueron de 3.877 millones de euros. Y eso quiere decir que el Estado aquel año pudo recaudar 1.157 millones de euros. Una cifra muy considerable.
La mayor parte de las personas que pertenecen a la Generación Z nacieron con la tecnología, formando parte de su propia evolución a lo largo de la niñez, la adolescencia y, ahora, la edad adulta. Su manera de entender las posibilidades de ganar dinero son, en ese sentido, muy diferentes de las que tuvieron las generaciones anteriores.
Desde la empresa de fintech Backbase, especifican que un 59% de la Gen Z posee, al menos, un producto de inversión, porque son más conscientes de su necesidad de tener ahorros desde lo antes posible. Y el producto favorito son las criptomonedas, que consideran una forma más sencilla de cosechar dinero que la que ofrece la lotería.
Y no son solo las criptomonedas la principal fuente de interés de la generación Z, pues desde GBM —una plataforma digital de inversión y trading— aseguran que hay un crecimiento fuerte en la compra de ETFs internacionales, a través de Vanguard o de BlackRock, que son dos de las gestoras de fondos de inversión más grandes del mundo.
Aunque es significativo el cambio de paradigma con respecto a los intereses de las nuevas generaciones, no cabe otra posibilidad que adaptarse a su manera de entender el gasto y la inversión, para que esto no signifique, de forma general, un gran problema para la economía.