
Dependiendo del país en el que vivas, prestaciones como la sanidad o la educación pueden ser privados o públicos. En el caso de España, lo público adquiere una gran relevancia, teniendo unos servicios muy competentes gracias a los impuestos recaudados.
De hecho, que la sanidad española es una de las mejores del mundo, es una máxima que todo el mundo conoce. Por esta razón, la Seguridad Social juega un papel importante, pues son el conjunto de normas que adopta el Estado para proteger a los ciudadanos.
Este sistema público garantiza el amparo de las personas en diferentes ámbitos como el desempleo, la jubilación o la asistencia sanitaria. Sin embargo, en caso de no contribuir a este e intentar sortear los pagos, el Estado puede embargarte dinero.
¿En qué casos puede ocurrir?
Todos los ciudadanos que viven en España tienen que contribuir con sus impuestos a costear la Seguridad Social. Aunque cuenta también con financiaciones del Estado, la mayor parte del dinero procede de la cotización de los trabajadores y las empresas.
Hay una gran variedad de motivos que pueden llevar a esta situación. Se te puede embargar por tener deudas con Hacienda, con la Seguridad Social, por el impago de facturas o de pensiones alimenticias. A la hora de proceder, se retiene parte de tu sueldo y se destina al Estado.

¿Cuánto te pueden embargar?
La Seguridad Social puede tomar parte de tu salario para pagar una deuda pendiente, pero solo después de que hayan pasado los plazos para pagarla voluntariamente o mediante un acuerdo. Dependiendo de la cantidad de dinero que factures, la cuantía económica es diferente.
Aunque podría haber una excepción de la regla, como en el caso de que se produzca por una pensión alimentaria de los hijos, las cantidades embargadas son las siguientes. Si tu salario es inferior al Salario Mínimo Interprofesional (SMI), no te pueden quitar nada.
Si ganas el salario mínimo y hasta el doble del mismo, es embargable un 30%. En el caso de triplicarlo, asciende a un 50%. En el caso de ser cuatro o cinco veces, sube al 75% y, si es seis veces o más, pasa del 90%. Si con posterioridad se recibiera otro embargo, la ley dice que no se puede aumentar la cantidad retenida. Es decir, que no son acumulativos, sino que se irán satisfaciendo las deudas según su orden de prioridad.
¿Cómo evitar un embargo?
La mejor manera de evitar un embargo es mantener tus pagos al día, cumpliendo con tus obligaciones fiscales y de la Seguridad Social. Si tienes dificultades para pagar, contacta con la administración correspondiente para buscar un acuerdo o un plan de pago. Recuerda que ignorar las deudas solo empeorará la situación.
Para ello, recurrir a un asesor fiscal puede ser una gran opción. No obstante, hay que remarcar que, el embargo, se trata de una medida que se aplica en un caso extremo, por lo que se pueden buscar otras soluciones para evitar una situación drástica.