La electrificación del transporte por carretera avanza año a año y cada vez son más los que se decantan por un vehículo enchufable a la hora de comprar un coche, pero uno de los factores que pueden disuadir a los compradores de este tipo de automóviles es el miedo a que la carga suponga un alza en la factura de la luz.
Aunque el coste de la gasolina o el diésel y de la energía eléctrica son factores esenciales para saber cuál de las dos opciones saldrá más rentable, el uso que se le de al coche también influye en lo que acabará costando a largo plazo. El comprador deberá tener esto en cuenta para poder buscar la mejor opción, que no siempre es el coche eléctrico.
El precio de la gasolina y la electricidad
Los carburantes se encuentran ahora mismo en su punto más barato de lo que va de 2025, después de registrar caídas en el precio durante varios meses seguidos. En concreto, el coste medio de un litro de gasolina es de 1,517 euros, lo que implica que llenar un depósito de 50 litros supondría un pago de unos 75,85 euros.
El diésel, por otra parte, también ha seguido una tendencia bajista en estos últimos meses y se encuentra ahora mismo en los 1,450 euros por litro, según los datos del Boletín Petrolero de la Unión Europea. Esto implica que el coste de llenar un depósito estará sobre los 72,5 euros si se tiene un coche de gasoil.
En el caso del coche eléctrico, sin embargo, los datos dependerán de la electrolinera en la que se cargue el coche. De media, el coste de la electricidad se sitúa entre los 0,07 euros por kilovatio-hora (euro/kWh) y los 0,20 euros/kWh, aunque el precio de la luz depende de muchos otros factores y puede variar por debajo y por encima de ese rango. Con estos valores, cargar una batería de unos 40kWh costará entre 8 y 14 euros teniendo en cuenta los impuestos de la electricidad. Aun así, existe un gasto adicional que habrá que realizar para poder repostar, que será instalar un cargador individual en la vivienda, una adición que suele costar unos 2.000 euros de media,
Qué tener en cuenta al comprar un coche
Además de datos como la eficiencia del modelo de coche que compremos, que alterarán el precio del repostaje, otros muchos aspectos tendrán su repercusión en el precio de llenar el tanque del coche y, en general, en lo rentable que sea la compra del coche. Estos son algunos de ellos:
- Uno de los principales factores a tener en cuenta será los viajes que realizaremos con el vehículo, ya que diferentes coches será adecuados dependiendo de nuestras necesidades en cuanto a desplazamientos. Conocer el uso que le vayamos a dar en nuestro día a día al coche será esencial para hacer una buena elección. Aunque los coches eléctricos también pueden dar complicaciones para las distancias más largas, las personas que realicen pocos desplazamientos pueden tener como mejor opción un coche de gasolina o gasoil.
- Antes de realizar cualquier compra, también habrá que tener en cuenta el presupuesto del que dispongamos, ya que los vehículos electrificados tienden a situarse en un rango más alto de precios y pueden no adecuarse a todos los bolsillos. Por otro lado, es más habitual tener que llevar un coche convencional al mecánico, por lo que los coches eléctricos pueden suponer un ahorro en cuanto a mantenimiento.
- La preocupación por el medio ambiente puede empujar a decantarse por un eléctrico, que ayuda a reducir las emisiones de gases nocivos para el planeta.
- Los gustos personales y estéticos también entran en juego a la hora de elegir un coche y aspectos como el ruido reducido de los vehículos eléctricos pueden ser un punto a favor a la hora de comprar.
