
Al igual que ocurre en algunas partes de España, las migraciones a las grandes ciudades y el envejecimiento de la población rural deja los pequeños pueblos de otros países europeos casi vacíos y en un pobre estado de mantenimiento. Es el caso de Italia, que desde hace años toma medidas para repoblar estas zonas que, pese a contar con el atractivo de proporcionar un estilo de vida tranquilo en un bonito entorno natural, se han quedado sin habitantes y con casas deterioradas.
Por ello, se ha decidido retomar la iniciativa por la que el municipio de Penne ofrece viviendas a un precio simbólico para quien las restaure y habite. El pueblo, que forma parte desde hace más de una década de la lista de los “Borghi più belli d’Italia” (es decir, los pueblos más bonitos del país), está ubicado en la provincia de Pescara, junto a la costa del mar Adriático. Situado en un enclave rodeado de montañas, el pueblo de origen medieval cuenta con una caracterizada por el uso de ladrillo rojo, que le ha ganado el sobrenombre de “la ciudad del ladrillo”.
Aquellos que quieran disfrutar del encanto de este municipio desde dentro solo deberán cumplir con un requisito para poder hacerse con una de las casas de su casco histórico por tan solo un euro: deberán comprometerse a rehabilitarla. Aunque el ayuntamiento no pide ningún tipo de fianza, anticipo o pago adicional, si que exige que los nuevos propietarios devuelvan estas viviendas en ruina a un mejor estado.
Cómo comprar una casa por 1 euro
La iniciativa de la venta de casas por un precio simbólico para su rehabilitación no es nueva en Italia ni en Penne, que comenzó en el año 2022 y también se ha realizado en otras regiones de Italia, como Cerdeña o Sicilia. Esta vez, el municipio calcula que cuenta con unas 40 viviendas vacías en ruinas, todas situadas en el centro histórico, que según el alcalde del pueblo “corre el riesgo de convertirse en una ciudad fantasma”.
Las casas que se ofrecen en esta ocasión son en su mayoría construidas en el periodo medieval, aunque algunas de ellas fueran reformadas durante el renacimiento. Algunas otras datan de principios del siglo XX. El tamaño de estos inmuebles oscila entre los 70 y los 120 metros cuadrados y las más grandes cuentan con tres plantas.

Para hacerse con una de estas viviendas, el ayuntamiento pide el compromiso de que, en un plazo máximo de tres años, el nuevo propietario las haya rehabilitado. Aunque no se proporciona ningún tipo de ayuda económica para las obras necesarias, el municipio ofrece los servicios de una agencia asesora para ayudar con el proceso de restauración.
Historia y cultura de Penne
Los primeros asentamientos en la zona que ahora ocupa esta localidad se han identificado como pertenecientes a la prehistoria y desde entonces el pueblo ha evolucionado con el paso de los años. Su larga historia se puede ver reflejada en sus calles, que combinan elementos arquitectónicos del medievales, góticos y renacentistas.
Hoy en día, la vida en Penne está marcada por la notable tranquilidad que se puede disfrutar al mismo tiempo que se está rodeado de un importante patrimonio cultural e histórico. Además, la gastronomía local cobra una gran importancia, ya que se trata de una zona en la que se cultivan cereales para hacer pasta y se produce aceite y vino.
Pese a tratarse de una zona tranquila, no faltan opciones de ocio y entretenimiento, entre las que destaca una conocida carrera hípica conocida como ‘palio’. Por otra parte, la localidad está cerca de la costa y de varias estaciones de esquí.