Las bebidas vegetales, como las de soja, arroz o almendras, se han vuelto un producto cada vez más habitual en las compras de la semana. Así, ya son un producto más en el supermercado, donde en la mayoría de las veces se encuentra en el pasillo de los lácteos.
Aunque son vistas como una opción más sostenible y saludable, los expertos advierten que no deben ser consideradas como una solución universal. Aunque son ideales para quienes siguen dietas veganas o tienen alergias o intolerancias a los lácteos, es fundamental tener en cuenta los aspectos nutricionales de estas bebidas. Además, también hay que tener en cuenta ciertos aspectos a la hora de elegir entre una u otra.
Cómo elegir la mejor leche vegetal
La elección de la “mejor” leche vegetal varía según las necesidades nutricionales, preferencias personales y restricciones alimenticias de cada uno. Así pues, conviene analizar los aportes de cada bebida,
La leche de almendras es una opción baja en calorías y rica en vitamina E, lo que la convierte en una opción ideal para quienes buscan reducir calorías en su dieta. Sin embargo, contiene menos proteínas que otras leches vegetales. Según un estudio de la prestigiosa Un¡versidad de Harvard, es adecuada para quienes buscan un bajo contenido calórico sin comprometer nutrientes esenciales como las vitaminas.
Por otro lado, la leche de soja ofrece un perfil nutricional similar al de la leche de vaca, con un alto contenido proteico, lo que la hace una excelente alternativa para quienes necesitan que este nutriente forme parte de su dieta. De hecho, el portal especializado en medicina Mayo Clinic la ha destacado precisamente por esto. Además, es rica en isoflavonas, compuestos que pueden tener beneficios hormonales, lo que la convierte en una opción popular entre aquellos que buscan equilibrar sus niveles hormonales.
Por su parte, la leche de avena destaca por su alto contenido de fibra soluble, un nutriente esencial que ayuda a regular los niveles de colesterol. Según expertos de la Cleveland Clinic, esta leche es una excelente opción para quienes buscan mejorar la salud cardiovascular.
La leche de coco, por su parte, es baja en carbohidratos y posee un sabor distintivo que la hace popular en dietas como la keto. No obstante, su alto contenido de grasas saturadas hace que sea recomendable consumirla con moderación. La American Heart Association señala que, aunque es adecuada para ciertos regímenes alimenticios, debe ser controlada en dietas que buscan reducir el consumo de grasas saturadas.
Quiénes no pueden tomar leche vegetal
Las leches vegetales son una alternativa popular para quienes siguen dietas veganas o tienen intolerancia a la lactosa, pero no todas las personas pueden consumirlas sin riesgos. Aquellos alérgicos a ingredientes como la soja, las almendras o la avena deben evitar ciertas variedades.
Además, personas con trastornos metabólicos como la fenilcetonuria deben tener precaución, ya que algunas leches vegetales contienen proteínas que pueden agravar su condición. Tampoco se recomienda su uso en niños menores de un año como sustituto de la leche materna o fórmula, ni para quienes tienen deficiencias nutricionales específicas. Así, antes de realizar cualquier cambio en la alimentación es importante consultar a un especialista.
