Las claves sobre los gastos deducibles para trabajadores autónomos este 2025

En el marco de las obligaciones fiscales de los autónomos en España, Hacienda permite una serie de deducciones que pueden aliviar la carga tributaria de este colectivo. Sin embargo, para que estos gastos sean aceptados, deben cumplir con requisitos muy estrictos

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Para acceder a ellos deberás de cobrar más de 7 UIT al año.

Gastos relacionados con el alquiler o los suministros- como la luz, el agua o la conexión a Internet, principalmente- y hasta inversiones en bienes y servicios necesarios para el desarrollo de la actividad profesional- como ordenadores, herramientas o incluso ropa en caso de necesitarla para trabajar-. Estos son algunos de los pagos que los trabajadores autónomos deben cubrir para desarrollar su trabajo, y también son los que Hacienda tiene en cuenta como gastos deducibles.

No obstante, y de acuerdo con la normativa vigente, los gastos deducibles deben cumplir tres condiciones fundamentales. En primer lugar, deben estar directamente relacionados con la actividad económica del autónomo. Esto significa que no se pueden incluir gastos personales, como una suscripción a plataformas de entretenimiento, por ejemplo. En segundo lugar, es imprescindible contar con una factura oficial que respalde el gasto, ya que los tickets o comprobantes informales no son válidos. Por último, los gastos deben corresponder al ejercicio fiscal en el que se declaran. Por ejemplo, un gasto realizado en 2024 no podrá incluirse en la declaración de 2025.

¿Qué otros datos hay que tener en cuenta sobre los gastos deducibles, los que son válidos y los que no, y cómo se pueden presentar para que Hacienda los tenga en cuenta?

Estas son las principales categorías de gastos deducibles

Entre los gastos más comunes que los autónomos pueden deducir, destacan los relacionados con el alquiler de espacios de trabajo. Por ejemplo, si el autónomo alquila un local exclusivamente para su actividad, puede deducir el coste total del alquiler.

Sin embargo, en el caso de trabajar desde casa, solo se permite deducir un porcentaje proporcional al espacio utilizado para la actividad profesional. Por ejemplo, si el despacho ocupa el 20 % de la vivienda, se podrá deducir ese porcentaje del alquiler, siempre que se cumplan requisitos como informar a Hacienda y contar con una factura emitida por el arrendador.

Los gastos por suministros, como electricidad, agua y calefacción, también son deducibles bajo condiciones similares. En el caso de trabajar desde casa, Hacienda permite deducir un 30 % de estos gastos, pero únicamente sobre el porcentaje del espacio utilizado para la actividad. Así, si el despacho representa el 20 % de la vivienda, el autónomo podrá deducir el 6 % del total de los suministros.

De igual forma, los autónomos pueden deducir gastos como el IBI, la tasa de basura y los gastos de comunidad, siempre que correspondan al espacio utilizado para la actividad profesional. Asimismo, los servicios de telefonía e internet son deducibles si están destinados exclusivamente al negocio. En caso de trabajar desde casa, se recomienda contratar líneas específicas para uso profesional, ya que no se permite deducir servicios compartidos con el ámbito personal.

Por otro lado, los materiales y materias primas necesarios para la actividad, así como la compra y reparación de bienes de inversión, también son deducibles. En este último caso, los bienes deben superar los 3.000 euros y estar destinados exclusivamente al desarrollo de la actividad profesional. Además, estos bienes no pueden deducirse de una sola vez en el IRPF, sino que deben amortizarse a lo largo del tiempo, según las reglas establecidas por Hacienda.

La mejor opción, en cualquier caso, y dependiendo del tipo de actividad profesional que se realice, es contactar con un asesor financiero para saber qué otros gastos profesionales podrían entrar en esta categoría, además de estos que son más generales.

Autónoma trabajando en casa
Autónoma trabajando en casa

Organización y presentación de los gastos deducibles

Para evitar problemas con Hacienda, es fundamental mantener una contabilidad organizada y disponer de los libros de registro actualizados. Estos libros deben incluir toda la información sobre los gastos realizados en los últimos cuatro años. Además, los autónomos deben presentar modelos fiscales como el 303, 390 y 130 para declarar el IVA y el IRPF.

Así que, en definitiva, las deducciones fiscales representan una herramienta clave para que los autónomos optimicen su carga tributaria y mejoren la rentabilidad de sus negocios. Sin embargo, es esencial cumplir con los requisitos establecidos por Hacienda y contar con el asesoramiento adecuado para aprovechar al máximo estas ventajas.