
Parece que los malos hábitos suelen ir de la mano. En España, el alcohol es la droga más consumida entre la población general: un 92,9% de la población la ha tomado alguna vez en su vida, según la última Encuestas sobre Alcohol y Otras Drogas en España (EDADES). El 63,5% bebe al menos una vez al mes y un 10,5% lo hace a diario.
Recientes investigaciones han ligado el consumo de alcohol con el de otros malos hábitos, como la comida basura. Una investigación de la Universidad del Estado de Pensylvania reveló que el consumo de alcohol en exceso y la comida basura con alto contenido en grasa van de la mano.
El estudio fue llevado a cabo con tres grupos de ratones macho, a quienes dieron acceso a una dieta alta en grasa y agua potable mezclada con alcohol. Los resultados evidenciaron que aquellos ratones que se daban más atracones mostraban no solo un mayor aumento de peso, también un mayor consumo de alcohol que de agua.
La razón detrás del antojo de comida basura

Esta relación, según la doctora Brooke Scheller, se debe a que el alcohol “reduce nuestras inhibiciones, haciéndonos menos propensos a decir ‘no’ a algo indulgente”. La nutricionista contó en una entrevista a La Voz de Galicia que, además, el alcohol, “afecta a nuestros niveles de azúcar en sangre”, lo que puede hacer que tengamos antojos de alimentos más ricos en azúcar o carbohidratos, dos características de la comida basura. El hígado, al centrarse en eliminar el alcohol del cuerpo, detiene temporalmente la producción de glucosa, lo que provoca una disminución en los niveles de azúcar en sangre. Este desequilibrio genera una sensación de hambre que lleva a muchas personas a buscar alimentos que proporcionen una saciedad rápida, como la comida basura.
“Por ejemplo, cuando terminamos una noche bebiendo y anhelamos comer comida basura, podría ser la respuesta de nuestro cuerpo al experimentar un nivel bajo de azúcar en la sangre”, explica la doctora. No solo ocurre con la comida basura, también con los dulces.
Este efecto se observa también en personas que intentan dejar o reducir el consumo de alcohol, en quienes puede surgir un antojo repentino de azúcar. “La buena noticia es que la nutrición puede ayudar, si aumentamos el consumo de proteínas, realizamos comidas y refrigerios más frecuentes y, en consecuencia, equilibramos el azúcar en la sangre”, aseguró Scheller.
Las consecuencias de mezclar alcohol y comida basura
Aunque los alimentos ricos en grasas y azúcares pueden parecer una opción tentadora para combatir los síntomas de la resaca, los expertos advierten que su consumo podría ser contraproducente. Según explicó la nutricionista Ana Molina en una entrevista con La Vanguardia, estos alimentos no solo carecen de los nutrientes necesarios para reponer los minerales y líquidos perdidos, sino que también pueden sobrecargar el sistema digestivo, agravando el malestar estomacal y la sensación de pesadez.
En lugar de optar por comida basura, los especialistas recomiendan priorizar alimentos que ayuden a rehidratar el cuerpo y a equilibrar los niveles de glucosa en sangre. Opciones como frutas, verduras y alimentos ricos en agua pueden ser más efectivas para aliviar los síntomas y favorecer una recuperación más rápida.