Bruselas endurecerá aranceles al acero en abril para reducir las importaciones en un 15%

De acuerdo con la Comisión, el ajuste se centrará en las categorías de acero donde la presión es más intensa, es decir, aquellas que han experimentado un aumento significativo en las importaciones mientras la demanda interna ha disminuido

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La presidenta de la Comisión
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen (AP Foto/Virginia Mayo)

La Comisión Europea ha anunciado un plan para reforzar los aranceles al acero a partir del 1 de abril, con el objetivo de disminuir las importaciones en un 15% dentro del mercado común.

Según ha informado el organismo, esta medida forma parte de un plan de acción más amplio para proteger a la industria siderúrgica europea, que enfrenta una situación crítica debido a la sobreproducción global, los aranceles impuestos por Estados Unidos y la competencia desleal de países como China.

De acuerdo con la Comisión, el ajuste se centrará en las categorías de acero donde la presión es más intensa, es decir, aquellas que han experimentado un aumento significativo en las importaciones mientras la demanda interna ha disminuido. Esta decisión responde a la necesidad de proteger a los productores europeos frente a prácticas comerciales desleales y garantizar la sostenibilidad del sector.

“Debemos proteger a nuestras acerías frente a la competencia desleal extranjera, venga de donde venga”. Eso es lo que ha declarado Stéphane Séjourné, vicepresidente comunitario para la Prosperidad y la Estrategia Industrial, durante una rueda de prensa en Bruselas en este mes de marzo de 2025.

Impacto de los aranceles de Estados Unidos y la sobreproducción global

Según ha explicado la Comisión Europea, las medidas proteccionistas adoptadas por terceros países, como los aranceles de hasta el 25% impuestos por la administración de Donald Trump sobre el acero y el aluminio extranjeros, han desviado la sobreproducción global hacia Europa. Esto ha convertido al mercado europeo en un destino clave para el exceso de capacidad, lo que amenaza la estabilidad de la industria siderúrgica en la región.

Bruselas ha advertido que no es razonable asumir que los problemas estructurales de exceso de capacidad global se resolverán en el corto plazo. Por ello, las medidas anunciadas buscan no solo proteger a los productores europeos, sino también garantizar que el mercado comunitario no se convierta en el principal receptor de la sobreproducción mundial.

En ese sentido, la Comisión Europea ha propuesto una serie de acciones para aliviar la presión económica sobre los productores de acero. Entre ellas, se encuentra la promoción de contratos bilaterales de largo plazo entre generadores de energía y entidades públicas, conocidos como PPA por sus siglas en inglés. Estos acuerdos buscan garantizar precios más estables y predecibles para la electricidad, un factor clave para la competitividad del sector.

Asimismo, Bruselas ha instado a los gobiernos a aprovechar la flexibilidad fiscal y reducir las tarifas de red para mitigar la volatilidad de los precios de la energía. Estas medidas se consideran esenciales para garantizar la viabilidad económica de la industria siderúrgica, especialmente en un contexto de transición hacia tecnologías más sostenibles.

REUTERS/Wolfgang Rattay
REUTERS/Wolfgang Rattay

Un sector en crisis que necesita medidas a largo plazo

La industria siderúrgica europea se encuentra en un “punto de inflexión crítico”, según ha reconocido también la Comisión Europea. Entre los factores que agravan la situación se encuentran los altos precios de la energía, la necesidad de inversiones para reducir emisiones contaminantes y las distorsiones del mercado provocadas por guerras tarifarias y subsidios desleales.

En este contexto, Bruselas también ha iniciado una revisión a medio plazo de la cláusula de salvaguarda que regula los contingentes arancelarios, ya que esta expirará en junio de 2026.

El vicepresidente Séjourné ha adelantado, igualmente, que se presentará una reforma en el tercer trimestre de este año para establecer una medida de salvaguarda permanente que sustituya a la actual. Esta nueva propuesta tendrá en cuenta factores como los cambios en la demanda europea y la seguridad, aunque el Ejecutivo comunitario ha asegurado que se mantendrá el carácter abierto del mercado de la Unión Europea.