
Paolo Crepet, reconocido psiquiatra, sociólogo y escritor italiano, ha participado en una entrevista con el diario La Nuova Calabria, en la que ha ahondado en cuestiones sociológicas muy importantes y, quizá, desestimadas en estos tiempos. Este especialista ha tratado de relacionar la vida contemporánea con la relevancia de las emociones, y es que parece que el avance trepidante de las tecnologías puede dejar un poco de lado la forma de ser y de sentir de las personas. Según Crepet, hay un riesgo latente de perder el contacto social a medida que las personas puedan ir adquiriendo las tecnologías, las redes sociales y, por ejemplo, la inteligencia artificial, como reflejo de sus propios sentimientos.
Es por esto, que Paolo Crepet insta a todas las personas, y sobre todo a los más jóvenes, a “levantar la vista de las pantallas y levantarse del sofá”: “Encontrar el coraje de perseguir tus sueños, tus pasiones, tu singularidad”, exclama el sociólogo, que cree que, en relación a los jóvenes, el panorama es complicado. Crepet se refiere a que hay que luchar por construir una personalidad fuerte y, sobre todo, independiente a cualquier influencia tecnológica que pueda confundir las capacidades sociales de cada uno.

El mundo actual, las tecnologías y “perder el tiempo”
“Vivimos en un mundo muy problemático”, afirma Crepet. “Hoy miré los periódicos y estoy aterrorizado. Ser joven y querer creer en un futuro es objetivamente difícil. Y nosotros también: ¿estamos ayudando a nuestros jóvenes? ¿Tenemos la autoridad suficiente?”. Esta reflexión del psiquiatra concluye que el panorama mundial en la actualidad es desolador para los jóvenes, a quienes se les pide que eviten que las tecnologías absorban sus capacidades sociales y que, a la vez, son víctimas de un futuro demasiado incierto. En cuanto al papel de las redes sociales, Paolo Crepet cree que son “una ayuda en la vida cotidiana”, pero insiste en que no hay que perder el contacto social.
Una solución para mantener vivas las capacidades sociales y, sobre todo, luchar contra la soledad es, según el psiquiatra, pensar en el futuro “con algunas reglas del pasado”: “Por ejemplo, no dejar de pasear por la playa, quedar con amigos, felicitarnos...”. Crepet considera que la soledad social es una “guerra silenciosa” que acaba cerrando quioscos, bibliotecas y lugares de encuentro. Para lidiar con esta guerra de la soledad, dice, una clave es no obsesionarse con aprovechar el tiempo siempre al máximo: “Me gustaría ver a Zuckerberg en una buena pizzería napolitana, comiendo una pizza de verdad. Me gustaría verlo perder un poco de tiempo, porque perder el tiempo también es importante”.

La obsesión, la normalidad y la locura
En la parte final de la entrevista, Paolo Crepet se centra en que, en parte, es el ritmo de vida de la sociedad actual y de esta nueva era tecnológica el que provoca que las personas estén centradas en aprovechar el tiempo y hacer las cosas de forma correcta todo el tiempo. En este aspecto, Crepet asegura que ha seguido a sus “maestros” a lo largo de toda su vida, y también a gente más sencilla: “Todos me enseñaron que la normalidad no es interesante, que siempre debemos perseguir algo especial”.
Para luchar contra la normalidad y encontrar la esencia de las cosas, el sociólogo piensa que lo opuesto “no es la anormalidad”, sino la pasión: “Me dirijo a los jóvenes: espero que los niños y niñas persigan algo que les haga decir ‘¡Guau!‘. Una pieza musical, un libro, una puesta de sol, lo que sea, pero no podemos quedarnos pegados al sofá“.