
A medida que pasan los días, se acerca la fecha para presentar la declaración de la renta o del IRPF, un trámite anual que los contribuyentes españoles deben realizar para regularizar su situación con la Agencia Tributaria. Más de 24 millones de personas están llamadas a su cita con Hacienda. Puesto que hay plazos que se deben respetar para no acabar con una sanción, los documentos deberán presentarse dentro de las fechas establecidas por la administración:
- 2 de abril hasta el 30 de junio de 2025: presentación por Internet de las declaraciones de Renta y Patrimonio 2024.
- 6 de mayo hasta el 30 de junio de 2025: la Agencia Tributaria podrá confeccionar la declaración de Renta 2024 por teléfono. Se podrá solicitar la cita desde el 29 de abril hasta el 27 de junio.
- 2 de junio hasta el 30 de junio de 2025: la Agencia Tributaria podrá confeccionar la declaración de Renta 2024 presencialmente en sus oficinas. Se podrá solicitar la cita desde el 29 de mayo hasta el 27 de junio.
Quiénes deben presentar la declaración de la renta
Están obligadas a presentar la declaración de la renta todas las personas físicas que hayan residido en España más de 183 días durante el año o cuya actividad económica principal se desarrolle en el país, independientemente de su nacionalidad. Sin embargo, existen algunas excepciones. Además, deben declararse ingresos por alquileres, ganancias patrimoniales y ciertos premios, como los obtenidos en la lotería o derivados de inversiones en criptomonedas.
Cómo declarar el alquiler en la renta
Cuando alguien alquila un piso debe declarar esos ingresos a Hacienda, aunque también podrá deducir ciertos gastos que le ayudarán a pagar menos impuestos. El proceso, tal y como explican los expertos de Taxdown, es el siguiente:
Identificar la propiedad alquilada
El primer paso será identificar de manera clara cuál es el inmueble que se está alquilando en la declaración, para ello, habrá que proporcionar detalles como la dirección y el uso que se le está dando, en este caso, alquiler.
Declarar los ingresos que se han obtenido
Después, será necesario declarar todos los ingresos que se han obtenido por tener arrendada esta propiedad. En este apartado se deberá incluir tanto el pago del alquiler como cualquier otro ingreso asociado.
Deducir los gastos permitidos
Aquí es donde puedes comenzar a reducir la base imponible sobre la que se calcularán tus impuestos. La legislación permite deducir diversos gastos relacionados con el alquiler de la propiedad:
- Gastos derivados del contrato de alquiler: formalización del contrato o cuotas de gestión inmobiliaria si los hubiera.
- Gastos de mantenimiento y reparación: se podrán desgravar aquellas obras que se hayan hecho para mejorar las condiciones de habitabilidad y seguridad en el inmueble.
- Gastos amortizables: si como propietario del piso se ha cambiado algún electrodoméstico, se puede desgravar como gasto amortizable en el IRPF.
- IBI, tasas municipales, comunidad e intereses de la hipoteca: la Agencia Tributaria permite desgravarse estos gastos siempre que no estén aumentados por multas o sanciones. Si el inquilino paga el IBI (lo cual es poco habitual), deberá excluirse este impuesto de la lista.
Identificar el tipo de alquiler

Primero, necesitamos saber qué tipo de alquiler estamos presentando: si es temporal, para trabajo, estudiantes o vacacional. Si alquilas una propiedad de manera temporal, como una casa de vacaciones, los ingresos que obtienes se consideran como rendimientos del capital inmobiliario, es decir, ganancias de tu propiedad, según detallan desde TaxDown.
Existen reglas que permiten reducir estos ingresos en un 60%, pero solo cuando la vivienda se utiliza como residencia usual, es decir, cuando alguien vive allí de manera permanente. En el caso de alquileres temporales, como el de tu casa en la playa, no se puede aplicar esta reducción del 60% porque no se considera una vivienda habitual.
En este tipo de arrendamiento, también hay que declarar dos periodos diferentes en el mismo año:
- El periodo en que la vivienda está alquilada: si alquilas tu casa solo determinados meses del año, sólo puedes deducir los gastos proporcionales a ese tiempo. Por ejemplo, si tienes el inmueble arrendado durante tres meses, solo puedes deducir una cuarta parte de los gastos anuales, como mantenimiento o seguros. Si el seguro de hogar cuesta 1200 € al año y alquilas la casa durante tres meses, podrás deducir solo 300 €.
- El periodo que la vivienda está vacía: si la propiedad no está alquilada ni la usas, Hacienda considera que podrías estar obteniendo ingresos de ella, aunque no los recibas. Esto se llama «renta imputada» y se paga impuestos sobre ella, aunque no hayas ganado dinero real.
Al declarar tu renta, debes incluir la referencia catastral de cada propiedad. Si ha estado alquilada, marca la opción “A disposición de sus titulares y arrendado”. Para los alquileres temporales, selecciona “Otros rendimientos distintos de los anteriores”. Los ingresos que declares deben corresponder solo al tiempo que la vivienda estuvo alquilada. También puedes deducir los gastos asociados, como el seguro, suministros, IBI y amortización, pero sólo en la proporción del tiempo que estuvo arrendada.
Si el inmueble pertenece a más de una persona, cada copropietario deberá declarar su parte de los ingresos y gastos, a menos que decidan hacer una declaración conjunta.