
En España cada vez hay menos amas de casa. Según los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA), mientras que en 2002 había 5 millones de personas en esta situación, ahora se ha reducido a 2,8 millones. Actualmente, la mayoría de las amas de casa —porque la inmensa mayoría todavía son mujeres— tiene más de 70 años, en contraste con el rango de edad predominante de entre los 50 y 60 años registrado hace dos décadas.
Estas personas, que durante décadas han realizado un trabajo en su hogar, pero no remunerado ni reconocido, no han podido cotizar lo suficiente para acceder a una pensión contributiva de jubilación. Para atender esta situación, la Seguridad Social ofrece una pensión no contributiva de jubilación, una ayuda de 564,7 euros mensuales en 14 pagas, que tiene como objetivo garantizar unos ingresos mínimos a aquellas personas que no cumplen con los requisitos de cotización exigidos para acceder a otra prestación.
Para poder solicitar esta ayuda económica, es necesario cumplir una serie de condiciones establecidas por la Seguridad Social. En primer lugar, la pensión no contributiva de jubilación está destinada a personas mayores de 65 años que no han cotizado o no alcanzan el mínimo de 15 años requeridos para una pensión contributiva. El solicitante debe haber residido en España durante al menos 10 años, dentro del período comprendido entre los 16 años de edad y la fecha de solicitud de la pensión. Además, de esos 10 años, dos deben ser consecutivos e inmediatamente anteriores a la solicitud.
Para recibir la pensión, es imprescindible carecer de ingresos suficientes, lo que se define según la renta personal y la unidad económica de convivencia. Si la persona vive sola, sus ingresos no pueden superar los 7.905,80 euros anuales. Si vive acompañada, los límites varían en función del número de convivientes y su grado de parentesco: por ejemplo, para dos convivientes (sólo con cónyuge), el umbral es de 13.439,86 euros anuales, pero este sube a 33.599,65 euros si esos dos convivientes son padre e hijo.
Cuantía y forma de pago de la ayuda
Para el año 2025, el importe de la pensión no contributiva de jubilación es de 7.905,80 euros anuales, lo que equivale a 564,7 euros mensuales. El pago se realiza en 14 pagas al año, es decir, 12 mensualidades ordinarias más dos pagas extraordinarias en junio y noviembre.
La cuantía exacta puede variar en función de los ingresos del beneficiario y su unidad de convivencia, aunque nunca podrá ser inferior al 25% del importe íntegro establecido.
Para solicitar la prestación, el formulario está disponible en la web del Instituto de Mayores y Servicios Sociales (IMSERSO), en los servicios sociales de las comunidades autónomas, y en las oficinas de la Seguridad Social. Junto con el formulario de solicitud, se debe presentar una fotocopia del DNI o NIE del solicitante, el certificado de empadronamiento, para acreditar la residencia en España, y justificación de ingresos, si corresponde.
Es importante tener en cuenta que esta ayuda no es compatible con otras pensiones no contributivas, como la de invalidez, las pensiones asistenciales del Fondo de Asistencia Social (FAS), el subsidio de garantía de ingresos mínimos y por ayuda de tercera persona y la pensión por hijo a cargo mayor de 18 años con discapacidad.