
Las discusiones pueden tener malas consecuencias en la salud de las personas. No solo afectan al estado de ánimo o a la felicidad momentánea, sino que implican ciertos riesgos. Su conexión con la salud mental es más fácil entender, pues afectan directamente a la estabilidad psicológica de una persona.
No obstante, no solo afectan de esta manera, sino que también tiene provocan otros problemas. Generan agotamiento físico, al poner en funcionamiento el cerebro de forma acelerada y tensa, e incluso hay estudios que señalan que pueden dañar el funcionamiento inmunitario, lo que tiene consecuencias como ralentizar el proceso de cicatrización.
Mario Alonso Puig, doctor experto en psicología del comportamiento, ha explicado cómo actuar en estas discusiones. La ira o el estrés pueden generar este tipo de problemas, de manera que el doctor ha señalado en la Cope qué hacer para evitarlo.
¿Cómo actuar ante la ira?
Puig explica que en un momento de ira lo que nunca debes hacer es “abrir la boca”, porque “las consecuencias son terribles”. En medio de una discusión, si sientes que se desarrolla ese sentimiento de rabia interna, debes reprimirlo y no externalizarlo. Antes de hablar, este doctor recomienda abandonar el lugar.
La solución que plantea este experto es salir a la calle y “andar como un poseso por lo menos durante 20 minutos”. De esta forma, caminando durante 20 minutos o media hora, cumples con el “tiempo que hace falta para cambiar la química del cuerpo”.
Pero no es un simple paseo, ya que es clave andar rápido. Esto facilita “el cambio de la bioquímica en el cuerpo”, permitiendo calmar el impulso inicial. Una vez has realizado esto, puedes razonar o llegar a luna mayor claridad mental. Sin embargo, no es posible reflexionar antes, pues, según Puig, el cerebro no está listo en ese instante para meditar.
Por tanto, antes de tomar una decisión, es mejor seguir este proceso para calmarse y adoptar una actitud más positiva. Una situación puede provocar que se desarrolle tu ira, pero “tienes la capacidad de no responder ni reaccionar en base a ella”.
Además, también explica que tratar de esquivar las consecuencias negativas de la ira no significa que haya que negarla. “No niegues que la tienes, porque si la intentas bloquear, te va a salir por otro lado”, advierte el doctor.Es difícil, pero Puig asegura que es posible observar la ira desde una posición externa, favoreciendo frenar la impulsividad.
¿Qué hacer contra el estrés?
Otro tema en el que profundiza el doctor es en cómo actuar contra el estrés. Para empezar, este no es necesariamente negativo, sino que se vuelve un problema cuando persiste de forma crónica. Para momentos en los que se desarrollen altos niveles de estrés, plantea varios consejos.
Primero destaca el ejercicio físico como una forma de “reducir drásticamente el estrés crónico”. El segundo aspecto clave que destaca es “dormir bien”. El sueño multiplica las posibilidades de estos procesos. Además, el consumo de azúcar puede ser negativo en este aspecto.
“Enfócate mucho más en lo que tienes que en lo que te falta. Y cuando pilles que tu mente produce uno de esos pensamientos que no los quieres ni para tu peor enemigo, por favor, no lo dejes entrar”, concluye Mario Alonso Puig.