Una persona en el hospital.La medicina no es exacta. Algunos síntomas pueden darse en distintos casos o enfermedades, por lo que se corre el riesgo de un diagnóstico equivocado. Esto le ocurrió a un francés en el norte de París. Una noche se encontraba con severos dolores de cabeza, por lo que decidió llamar a los servicios de emergencia para que lo acercaran al hospital.
Una vez en la sala médica, el doctor de ese turno de noche optó por realizarle la exploración pertinente. Sin embargo, esta pareció no causar ninguna alarma en el profesional sanitario, que optó por enviar al paciente a casa con una receta de paracetamol y otra medicación para tratar el vértigo, según ha señalado el medio L’Impartial. Como consecuencia, lo que se había podido evitar con antelación, se tornó en una situación más grave.
Desde el medio francés indican que la mujer del paciente no estaba de acuerdo con el diagnóstico: “Entré en pánico y hasta intenté avisar al personal de enfermería. Pero nada funcionó. Tuvimos que volver a casa”, ha explicado la esposa. Viendo que los síntomas no mejoraban con la medicación recomendada en el hospital, ambos decidieron buscar una segunda opinión, ya que la situación comenzaba a ser más preocupante.
Una persona enferma en el hospital.En otra instalación médica, el paciente fue sometido a una resonancia magnética y el diagnóstico reveló lo que todos estaban temiendo: había sufrido un ictus o derrame cerebral. Ante esto, la esposa se indignó por lo ocurrido la noche anterior, ya que no le realizaron este tipo de prueba para descartar la enfermedad vascular que puede ser mortal.
Desde la cadena de televisión C News, manifestaron que el servicio de emergencia del hospital se encontraba sobrecargado de pacientes. Una vez conocida la gravedad del asunto, la dirección interna del centro médico compartió un documento con los datos de esa noche y señalaron que “ese turno había sido muy intenso”. Por otro lado, indicaron que “una exploración negativa no descarta formalmente un ictus” y que solo una resonancia magnética es capaz de detectar esta patología.
Ilustración de una persona que padece un ictus. (Instituto Vascular Internacional)Un ictus o derrame cerebral “es una alteración de la circulación cerebral que compromete la llegada de sangre al cerebro”, según indica Cruz Roja. Esta enfermedad se da sin previo aviso, generalmente, y supone la segunda mayor causa de mortalidad en España para hombres y la primera para las mujeres: “Alrededor de 120.000 personas se ven afectadas cada año en España por un ictus".
Aunque a veces esta alteración es tan rápida que no se puede evitar, es importante estar atentos a algunos síntomas previos como la pérdida de fuerza o sensibilidad en un lado del cuerpo, parálisis en la mitad de la cara, dolor de cabeza inusual o la alteración del habla. Para comprobar que se trata de esta enfermedad, se le debe pedir a la persona tres cosas: “En cuanto a la cara, le pediremos que sonría; respecto a las manos, que alce los brazos (habrá que ver si los dos están arriba o si alguno se queda más abajo); y, relativo al lenguaje, le hacemos preguntas concretas”, ha indicado Cruz Roja.