La Unión Europea ha respondido a las constantes interjecciones de Estados Unidos sobre los aranceles recíprocos que pensaba imponer, entre otros, a los países de todo el continente europeo. Y ha sido así como ha anunciado la reintroducción de aranceles a productos estadounidenses, una medida que afectará a las exportaciones por un valor estimado de 26.000 millones de euros- que significan un total aproximado de 28.000 millones de dólares-.
Y en concreto esta decisión surge como respuesta directa al incremento de aranceles del 25% impuesto por la administración de Donald Trump a las importaciones de acero y aluminio provenientes del bloque europeo.
La acción de la UE, que se implementará en dos fases durante el mes de abril, busca contrarrestar los efectos de las políticas comerciales estadounidenses, que ya habrían tensado las relaciones transatlánticas lo suficiente durante las últimas semanas.
Los nuevos aranceles no solo abarcarán productos industriales como el acero y el aluminio, sino también bienes agrícolas y de consumo, entre ellos motocicletas, whisky bourbon, mantequilla de cacahuete y vaqueros.
Impacto en sectores clave y estrategia de la UE
Según se ha podido saber, la estrategia de la UE apunta a productos fabricados en estados clave de Estados Unidos, muchos de ellos controlados por el Partido Republicano. Entre los bienes afectados se encuentran la carne de res y las aves de corral de Kansas y Nebraska, así como productos de madera de Alabama y Georgia. Sin embargo, los aranceles también impactarán a estados demócratas, como Illinois, principal productor de soja en el país.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, destacó que la UE está abierta al diálogo, pero justificó las contramedidas como una respuesta proporcional a las acciones de Estados Unidos. “Dado que Estados Unidos está aplicando aranceles por valor de 28.000 millones de dólares, estamos respondiendo con contramedidas por valor de 26.000 millones de euros”, afirmó en un comunicado.
Von der Leyen también ha advertido sobre las consecuencias económicas de estas medidas, señalando que los aranceles generan incertidumbre, interrumpen las cadenas de suministro y afectan tanto a empresas como a consumidores.
Y es que dichas consecuencias, según las voces expertas, no van a hacerse esperar. El sector de las bebidas espirituosas será uno de los más perjudicados por esta disputa comercial. Según Chris Swonger, director del Consejo de Bebidas Espirituosas Destiladas, la decisión de la UE es “profundamente decepcionante” y podría revertir los avances logrados en los últimos años en las exportaciones de whisky estadounidense hacia Europa. Las exportaciones de este producto habían crecido un 60% en los últimos tres años, tras la suspensión de aranceles previos.
Por su parte, la asociación europea del acero, Eurofer, estima que las siderúrgicas del bloque podrían perder hasta 3,7 millones de toneladas de exportaciones hacia Estados Unidos, que representa el 16% de las exportaciones totales de acero de la UE. Este sector, ya afectado por la competencia global y las fluctuaciones económicas, enfrenta ahora un nuevo desafío en uno de sus mercados más importantes.
Un conflicto comercial con antecedentes
No obstante, la disputa actual no es la primera de este tipo entre ambas potencias. Durante el primer mandato de Donald Trump, medidas similares desencadenaron represalias por parte de la UE, que en aquel entonces también impuso aranceles a productos como motocicletas, whisky bourbon y vaqueros. Sin embargo, estas restricciones fueron suspendidas durante la administración de Joe Biden, en un intento por mejorar las relaciones comerciales.
En esta ocasión, la UE ha decidido reintroducir las llamadas “medidas de reequilibrio”, que estuvieron vigentes entre 2018 y 2020. Estas medidas, además, se aplicarán en dos etapas: la primera comenzará el 1 de abril, mientras que el 13 de abril se implementarán aranceles adicionales que afectarán exportaciones estadounidenses por un valor de 18.000 millones de euros (19.600 millones de dólares).
El comisario de Comercio de la UE, Maroš Šefčovič, intentó evitar esta escalada durante una visita a Washington el mes pasado, donde se reunió con el secretario de Comercio de Estados Unidos, Howard Lutnick, y otros altos funcionarios. Sin embargo, según declaró Šefčovič, no se logró un acuerdo que evitara la imposición de estas medidas. “Se necesitan ambas manos para aplaudir”, comentó, subrayando la falta de cooperación por parte de Estados Unidos.
