
En España, el consumo de alcohol está completamente asentado en la sociedad: según los datos de 2021 de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) el consumo en nuestro país es de 11 litros por persona. Además, es prevalente en distintas franjas de edad, también entre los jóvenes: aunque en los últimos años ha descendido el consumo, la Encuesta sobre uso de Drogas en Enseñanzas Secundarios en España ESTUDES de 2023 determinó que su primera experiencia con el alcohol se sitúa en torno a los 14 años. Ante esta situación, el Consejo de Ministros aprobó el martes pasado el proyecto de ley de alcohol y menores para limitar los espacios en los que se puede beber, la publicidad, el patrocinio y la venta.
Los expertos en salud explican desde hace años los efectos que el alcohol produce en nuestro cuerpo, especialmente en el hígado, pues el consumo frecuente puede provocar cirrosis y hepatitis, y en el cerebro. Esta sustancia depresora del sistema nervioso central altera las neuronas, por lo que beber alcohol de forma excesiva puede generar un deterioro cognitivo y causar daños estructurales que en algunos casos pueden ser irreversibles.
Además, la traumatóloga Inés Moreno Sánchez, que trabaja en el Hospital Universitario Clínico San Cecilio y utiliza sus redes sociales (@latraumatologageek) para concienciar a la población sobre ciertas cuestiones relacionadas con la salud, explica las consecuencias que también puede tener en los huesos: “Voy a decir algo que puede cambiar la forma en la que ves tu próxima copa. Porque lo que el alcohol hace a tu hueso es más común de lo que crees, pero pocos lo saben”.
Los efectos del alcohol en los huesos
El consumo de alcohol “puede debilitar tu sistema óseo poco a poco y sin que te des cuenta”, explica la traumatóloga. Además, añade que, para que esto ocurra, no es necesario beber en exceso. Esta sustancia provoca una serie de consecuencias negativas en nuestros huesos que, a largo plazo, pueden derivar en problemas de salud graves.
- En primer lugar, el alcohol “roba el calcio”. Este mineral es fundamental para el fortalecimiento de los huesos, pero esta sustancia “reduce la capacidad de tu cuerpo para absorberlo”. “Es como el cemento de un edificio. Sin él, las paredes se caen. Sin suficiente calcio, los huesos empiezan a perder fuerza”.
- El alcohol también afecta a los osteoblastos, unas células involucradas en el desarrollo y el crecimiento de los huesos. Para explicar esta consecuencia, Inés Moreno acude a una comparación: “Son como albañiles responsables de construir y reforzar tu esqueleto. Cuando bebes alcohol, estos trabajadores se toman unas largas vacaciones”.
- Por último, el consumo de esta sustancia también deriva en “la fragilidad silenciosa”. Con el tiempo puede aparecer la osteopenia inducida por alcohol: “tus huesos pierden densidad y se vuelven más frágiles. Lo peor es que no duele no avisa; hasta que un día una caída, que no habría sido un problema, termina en fractura”. La traumatóloga alerta de que este problema puede empezar de forma temprana, incluso a los treinta años, lo que supone un aviso con respecto al frecuente consumo de alcohol que se realiza en España.
Por todos estos motivos, la experta en salud aclara que la clave se encuentra en el equilibrio. Son muchas las personas a las que les gusta tomar una copa de vez en cuando, pero es importante reducir y controlar el consumo: “Piensa en el alcohol como un invitado a tu cuerpo. Está bien que venga de vez en cuando, pero, si se queda siempre, puede causar problemas. Lo que hace hoy, se va a ver reflejado en cómo te mueves mañana”.