
Un caso inusual en Suiza ha puesto de relieve los riesgos de adquirir productos en línea sin verificar su legalidad. Según informó el medio suizo Aargauer Zeitung, un político del cantón de Argovia fue sancionado con una multa de 5.200 francos suizos (aproximadamente 5.400€) tras intentar ingresar al país dos pistolas de agua que, a ojos de las autoridades, se asemejaban demasiado a armas reales.
Este incidente, que involucró al presidente del parlamento de Buchs, ha generado atención por las implicaciones legales y las estrictas normativas suizas sobre la importación de objetos que puedan ser confundidos con armamento.
El político en cuestión, Marc Jaisli, miembro del partido Unión Democrática de Centro (UDC), realizó la compra en agosto de 2024 a través de la plataforma china Temu. Aparentemente, el objetivo de Jaisli era regalar las pistolas de agua, de color rosa, a sus sobrinos.
Sin embargo, las autoridades aduaneras interceptaron el paquete y determinaron que los objetos infringían las leyes suizas, ya que podrían ser confundidos con armas reales. El Ministerio Público explicó que, aunque en países como Estados Unidos existen dispositivos similares que son letales, en Suiza estas imitaciones están reguladas bajo estrictas normativas que las clasifican como armas.
¿Es común que en Suiza sean estrictos con los productos de importación?
Este incidente con las pistolas de agua se suma a una lista de casos reportados en Suiza relacionados con la importación de objetos prohibidos. Y es que las autoridades han interceptado a lo largo de los últimos años paquetes que contenían artículos como tasers, cuchillos militares, porras, gas pimienta e incluso punteros láser.
Estos objetos, aunque en algunos países pueden ser considerados inofensivos o de uso cotidiano, están sujetos a estrictas regulaciones en Suiza debido a su potencial para ser utilizados como armas.
Hubo un caso especialmente mediático, que fue el caso de un “paquete misterioso” que contenía una combinación de varios de estos objetos, lo que llevó a sanciones similares para el destinatario. Incluso productos aparentemente inofensivos, como fuegos artificiales para celebraciones, han sido objeto de confiscación por parte de las autoridades aduaneras.
En definitiva, las normativas suizas sobre armas y objetos peligrosos son particularmente estrictas, y cualquier artículo que pueda ser confundido con un arma real está sujeto a controles rigurosos. Esto incluye no solo armas de fuego, sino también imitaciones, réplicas y dispositivos que puedan ser utilizados con fines ofensivos.
El Ministerio Público enfatizó que estas regulaciones buscan garantizar la seguridad pública y evitar que objetos peligrosos lleguen a manos equivocadas. Sin embargo, también representan un desafío para los consumidores, quienes deben ser conscientes de las restricciones legales antes de realizar compras internacionales. De hecho, este tipo de casos sirven como recordatorio de que la responsabilidad recae en el comprador, quien debe asegurarse de que los productos adquiridos cumplan con las normativas del país de destino.

“La ignorancia no es una excusa”
El caso de Marc Jaisli no solo llamó la atención por su peculiaridad, sino también por la postura del político frente a la sanción. Y es que Jaisli aceptó la multa sin presentar objeciones y reconoció su error al no informarse previamente sobre las leyes vigentes. “La ignorancia no es excusa”, declaró el político, quien asumió la responsabilidad de su acción y ya ha pagado la multa impuesta.
El Ministerio Público, en su orden penal, subrayó que el político debería haber investigado las normativas antes de realizar la compra. Nada mal el tener estos ejemplos para reflexionar ante cada objeto que compramos a través de Internet.