Un cardiólogo avisa de los medicamentos que aumentan riesgo de infarto e ictus y entre ellos está el ibuprofeno: “Cuidado con este”

El cardiólogo Aurelio Rojas explica en sus redes sociales los riesgos más desconocidos de estos fármacos

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El doctor Aurelio Rojas informa
El doctor Aurelio Rojas informa de los efectos secundarios desconocidos de medicamentos comunes.

Los médicos siempre lo advierten: hay que tener cuidado con la automedicación. Los fármacos tienen siempre efectos secundarios y, si se toman de forma inadecuada, pueden tener consecuencias peligrosas para la salud. Incluso aquellos más comunes, como el ibuprofeno, tienen sus riesgos si no se siguen las indicaciones del médico o del prospecto.

Así lo ha señalado el cardiólogo Aurelio Rojas en su cuenta de TikTok, donde ha informado de los medicamentos que, tomados de forma frecuente, pueden terminar causando problemas de corazón. El primero que señala es el conocido ibuprofeno, “aunque también naproxeno, ketoprofeno o cualquier antiinflamatorio no esteroideo”, dice. “Este tipo de medicamentos, tomados durante mucho tiempo o a dosis muy altas, tienen la capacidad de agregar tus plaquetas y contraer tus vasos sanguíneos. Esto puede incrementar el riesgo de que tengas un infarto, un ictus, insuficiencia cardiaca o renal”, explica.

Este riesgo lo señala la agencia reguladora de medicamentos estadounidense, la FDA, desde el año 2005. Según indicaron en un comunicado, el consumo de AINE (aintiinflamatorios no esteroideos) puede elevar el riesgo de infartos e ictus entre un 10% y un 50% o más, dependiendo del tipo de medicamento y las dosis administradas. Este riesgo es especialmente alto en personas con enfermedades cardíacas preexistentes. Volvieron a repetir esta alerta en el año 2015.

La información se ha replicado también desde Europa. Un estudio de 2015 del Comité para la Evaluación de Riesgos en Farmacovigilancia europeo (PRAC) confirmó que la administración de dosis altas de ibuprofeno se asociaban con un mayor riesgo de trombosis arterial.

Antibióticos y arritmias cardiacas

Los antiinflamatorios no son los únicos con los que hay que tener cuidado, también los antibióticos pueden ocasionar problemas de corazón. “Antibióticos tan frecuentes como los que utilizamos para tratar infecciones respiratorias superiores como de garganta, en específico la azitromicina y las fluoroquinolonas”, dice Rojas.

“Este tipo de antibióticos tienen la capacidad de alterar la conducción eléctrica dentro del corazón y, por tanto, pueden desencadenar algunos tipos de arritmias”, asegura el doctor.

Un estudio publicado en 2012 en el New England Journal of Medicine mostró un incremento de muertes por causas cardiovasculares en pacientes tratados con azitromicina en comparación por personas tratadas con amoxicilina, ciprofloxacina o que no tomaron un medicamento. Esta investigación llevó a la FDA a emitir una advertencia respecto al antibiótico, que “puede causar cambios anormales en la actividad eléctrica del corazón, que puede dar lugar a un ritmo cardiaco irregular y potencialmente fatal”. Los pacientes más vulnerables son aquellos con factores de riesgo previos, como un nivel bajo de potasio o magnesio en la sangre, un ritmo cardiaco más lento de lo normal o el uso de ciertos medicamentos utilizados para el tratamiento del ritmo cardiaco anormal o arritmia.

Sin embargo, en 2017, el estudio ARITMO, realizado con 14 millones de pacientes en cinco países europeos, descartó que hubiera un riesgo importante de arritmias. Los autores compararon la azitromicina con la amoxicilina y descubrieron que el riesgo era “insignificante” en pacientes sin patologías previas. “El riesgo de arritmia ventricular con azitromicina probablemente se debe al estado deficiente de salud del paciente a consecuencia de una infección subyacente, más que al antimicrobiano en sí”, declaró a Medscape el doctor Gianluca Trifirò, uno de los autores del estudio. “El riesgo de arritmia ventricular con azitromicina quizá es insignificante en comparación con otros antibióticos, aunque los pacientes con alto riesgo, como individuos muy viejos y muy jóvenes, los que tienen cardiopatías preexistentes, etcétera, deben ser objeto de monitorización cuidadosa cuando toman algún antibiótico”, añadió.

Respecto a las fluoroquinolonas, en 2020 la AEMPS advirtió que estos antibióticos, administrados de forma sistémica o inhalada, “pueden aumentar el riesgo de insuficiencia valvular y regurgitación cardíaca”. La agencia española cita dos estudios médicos, en los que se vio que los pacientes tratados con fluoroquinolonas tenían el doble de riesgo de padecer regurgitación mitral/aórtica que los pacientes tratados con amoxicilina o azitromicina. Por ello, antes de recetarlos, los médicos deben tener en cuenta los factores de riesgo del paciente.

Omeprazol y el magnesio

Imagen de archivo de omeprazol.
Imagen de archivo de omeprazol. (REUTERS/Benoit Tessier)

Rojas termina su vídeo lanzando una advertencia sobre el omeprazol. “Si tienes acidez, reflujo o problemas gástricos, hay muchos estudios en los que su uso a largo plazo se ha relacionado con déficit de absorción de magnesio, que es un mineral fundamental para mantener un ritmo cardiaco adecuado y, por tanto, podrían incrementar el riesgo de tener arritmias cardiacas que, por cierto, son muy peligrosas”, asegura el cardiólogo.

Es un riesgo que también señalan desde la AEMPS, que reconoce que “se han comunicado casos de hipomagnesemia grave en pacientes tratados con inhibidores de la bomba de protones (IBPs) como omeprazol durante al menos tres meses, y en la mayoría de los casos durante un año". La hipomagnesia puede presentarse de formas diferentes, como la fatiga, tetania, delirio, convulsiones, mareos y arritmia ventricular, pero es posible que comiencen de forma ligera y podrían pasarse por alto. En la mayoría de los casos, asegura la agencia, los problemas se solucionaron con una suplementación de magnesio.

“Te recomiendo que, si tú debes utilizar este tipo de medicamentos porque tienes problemas estomacales, te suplementes debidamente con magnesio mientras lo haces y además lleves a cabo una alimentación variada y equilibrada”, concluye también el doctor Rojas.