
Desde que el coronavirus impactase en nuestras vidas, los precios no hacen más que subir. Hacer la compra hoy es casi un 34% más caro que hace cinco años. El valor de productos que hasta ahora considerábamos básicos ha crecido sin control hasta el 112,8% en casos como el aceite de oliva, según datos del INE. La pandemia, unida a las sequías y la guerra en Ucrania, ha ocasionado repuntes en las patatas (43%), las legumbres (36,8%), los huevos y los lácteos, ahora un 35,4% más caros que en 2020.
La carne tampoco se libra de esta escalada inflacionista: en Europa, su precio ha aumentado un 80% desde diciembre de 2020, según un estudio de CaixaBank Research, y la situación no parece mejorar. Mientras parte de los productos agroalimentarios parecen haber tocado techo en España, la carne continúa al alza. De hecho, la de vacuno ha subido un 7,3% en el último año, siendo uno de los productos más afectados por la inflación.
Ante esta tendencia de subida de precios, muchas familias optan por cambiar la composición de la cesta de la compra y apostar por productos más baratos, mientras reducen el consumo de otros más caros. Para estos escenarios, Mario (@el_as_carnicero), un carnicero con más de 33 años de experiencia en el sector, recomienda solicitar un “falso solomillo” en el mercado.
Qué es el falso solomillo

El falso solomillo, también conocido como solomillo del carnicero, filete del carnicero o solomillo del pobre, es un corte que se extrae del cañón de la espaldilla de la ternera y una opción mucho más económica que la de un solomillo corriente. “Pesa sobre unos 300-400 gramos”, explica el carnicero, que no ha dado a conocer el precio final del producto.
Su origen se encuentra en la parte superior de la paletilla de la ternera, específicamente en la espaldilla, y se caracteriza por su forma redondeada y un nervio central que divide la pieza en dos. Aunque este nervio puede parecer un defecto visual, en realidad es un elemento que aporta una textura melosa y jugosa al cocinarlo, similar a lo que ocurre con el morcillo.
No está claro el origen de su nombre, pero existen varias teorías. Una de las explicaciones más aceptadas se relaciona con el aspecto poco atractivo del corte. Debido a que los clientes solían evitarlo, los carniceros lo llevaban a sus hogares para aprovecharlo en sus propias comidas. Otra teoría sugiere que el nombre proviene de su similitud con el solomillo tradicional, pero con un precio mucho más accesible, lo que le valió el apodo de “solomillo del pobre”.
Cómo preparar el falso solomillo
No es un corte conocido, pero según explica Mario, conocido como El As Carnicero en TikTok, “escasea mucho porque quien lo conoce, lo suele reservar”. Por eso no es común verlo en los escaparates de las carnicerías. Aunque sea un corte económico, no pierde calidad y, según Mario, “es una pasada para filetear”.
El solomillo del carnicero destaca por su adaptabilidad en la cocina. Entre las preparaciones más comunes se encuentran los asados tipo rosbif, los guisos y las brochetas. También puede cocinarse a la plancha, empanado o incluso tratarse como un solomillo tradicional, logrando resultados sorprendentes a un costo menor.