
Desde 2023 hasta principios de 2025, un brote prolongado de salmonelosis ha afectado a nueve países de la Unión Europea y al Reino Unido. Se han detectado un total de 509 contagios en el continente, con hasta ocho serotipos diferentes de Salmonella enterica.
El brote se concentró especialmente en los países escandinavos, con Noruega (257), Suecia (110) y Finlandia (94) liderando el número de contagios. La bacteria se detectó igualmente en Alemania (30), Países Bajos (9), Dinamarca (4), Francia (3), Bélgica (1) y Estonia (1). La extensión de la salmonelosis se ha vinculado ahora al consumo de semillas germinadas, principalmente de alfalfa, según ha revelado un estudio del Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC) y la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA).
Alfalfa italiana, en el punto de mira

Entre enero de 2023 y enero de 2025, 509 laboratorios europeos confirmaron casos de salmonelosis vinculados a este brote, al que se sumó un contagio en Reino Unido. La mayoría de los afectados eran mujeres adultas, con 44 años de media, y llevó al menos a 100 personas a ingresar en el hospital, sin tener que lamentar muertes. En total, se detectaron ocho serotipos (S. Adelaide, S. Enteritidis, S. Hvittingfoss, S. Kinondoni, S. Kisarawe, S. Newport, S. Typhimurium and S. Richmond), la mayoría hasta ahora rara vez presentes en la Unión Europea.
Los investigadores se dieron cuenta de que muchas de las personas enfermas tenían algo en común: en los últimos días, habían consumido semillas germinadas. “Las semillas germinadas se consideran vehículos sigilosos [de contagio] que pueden ser difíciles de recordar haber consumido, debido a su uso como ingrediente menor en ensaladas y sándwiches, o como guarnición decorativa. Por lo tanto, es significativo que algunos de los entrevistados o encuestados en los cuatro países investigados, incluidos los casos infectados con siete de las nueve cepas del brote, informaran específicamente sobre el consumo de semillas germinadas antes de la enfermedad", expresan en el informe de la ECDC.
La Unión Europea comenzó entonces varios estudios de traceabilidad desde Finlandia, Alemania, Italia, Países Bajos, Noruega, España y Suecia, que dieron con el culpable. Todos los lotes de semillas afectados provenían de tres proveedores italianos, que trabajaban en una misma región.
En enero de 2025, las autoridades locales comenzaron un muestreo estratégico de las semillas para asegurar que un brote como el sufrido no se vuelva a repetir. Aunque los productos germinados en niveles posteriores de la cadena alimentaria (incluyendo el consumo) dieron positivo para Salmonella en múltiples países, las pruebas realizadas en las semillas como materia prima no lograron detectar el patógeno. Se cree, no obstante, que la contaminación pudo ocurrir a nivel ambiental o durante la distribución.
Mientras tanto, las autoridades de seguridad alimentaria de Finlandia, Alemania, Italia, Noruega, Países Bajos, España y Suecia tomaron de medidas de control en sus países, incluidas las retiradas de los estantes de los supermercados y las retiradas de los lotes positivos y sospechosos. Aunque las medidas disminuyeron la cantidad de casos, se detectaron nuevos contagios hasta enero de 2025 debido a los lotes aún en circulación.