
Cuando una empresa decide que los productos que un usuario ya ha usado y devuelve los va a volver a vender, tiene que establecer claramente que la vuelta al mercado será como producto de segunda mano o reacondicionado y, por tanto, venderlos más barato y especificando si el producto tiene algún desperfecto o malfuncionamiento por su uso previo.
Un cliente de MediaMarkt en Ginebra denunció haber recibido un producto usado que fue vendido como nuevo, según informó el medio suizo 20 Minuten. El incidente ocurrió en febrero, cuando el cliente, identificado como Grégory, adquirió un monitor de ordenador a través de la tienda en línea de la cadena alemana por un precio de 699 francos suizos (aproximadamente 730 dólares).
Sin embargo, al instalar el dispositivo, se encontró con varios problemas técnicos que levantaron sospechas sobre el estado del producto. De acuerdo con lo relatado por Grégory, el monitor presentaba fallos intermitentes: en ocasiones la pantalla permanecía en negro y, en otras, funcionaba de manera irregular.
Además, la cámara integrada del dispositivo no operaba correctamente. Al intentar solucionar los problemas, el cliente descubrió que el monitor ya tenía registrado un usuario desconocido, lo que indicaba que el producto había sido utilizado previamente. Grégory concluyó que el monitor probablemente había sido devuelto por otro cliente debido a estos defectos.
El cliente contactó al servicio de atención al cliente de MediaMarkt para reportar la situación y solicitar una solución. Sin embargo, la respuesta inicial de la empresa no reconoció ninguna irregularidad. Grégory pidió un reemplazo del monitor, pero el modelo que había adquirido ya no estaba disponible en el inventario.
Ante esta situación, exigió un reembolso en efectivo, pero la empresa se negó, argumentando que la compra se había realizado con un vale de regalo. En su lugar, le ofrecieron un nuevo vale, lo que generó el descontento del cliente, quien expresó sentirse obligado a seguir comprando en una tienda en la que ya no confiaba.
MediaMarkt reconoce el error
Tras ser contactada por el medio suizo, la compañía admitió que el cliente había recibido un producto devuelto que no estaba identificado como tal. Juliana Herriger-Bon, portavoz de la compañía, explicó que se trató de un error y aseguró que la empresa realiza controles rigurosos para evitar este tipo de situaciones. Según Herriger-Bon, los empleados de la compañía están capacitados para verificar que los productos devueltos sean correctamente etiquetados antes de ser enviados nuevamente al mercado.
La portavoz también informó que, tras revisar el caso, la empresa decidió reembolsar a Grégory el monto de la compra en efectivo, cumpliendo así con su solicitud inicial. Este gesto busca reparar el daño causado y restablecer la confianza del cliente en la marca.
El incidente ha puesto en evidencia posibles fallos en los procedimientos internos de MediaMarkt para gestionar productos devueltos. Aunque la compañía asegura que realiza inspecciones minuciosas, el caso de Grégory demuestra que estos controles no siempre son efectivos. La situación también plantea preguntas sobre la transparencia de las políticas de devolución y reventa de productos en grandes cadenas de electrónica.
Este no es el único desafío reciente para MediaMarkt, ya que la empresa también ha enfrentado problemas relacionados con la seguridad informática. Según 20 Minuten, el grupo alemán fue víctima de un ciberataque, aunque no se especificaron detalles sobre el alcance o las consecuencias de este incidente.
Mantener altos estándares de calidad y transparencia en sus operaciones es muy importante para empresas tecnológicas, especialmente en un mercado competitivo como el de la electrónica de consumo.