Lo que comenzó como una investigación por un fraude en la compra de mascarillas ha acabado con la imputación del exministro de Transportes, José Luis Ábalos, en el Tribunal Supremo por presuntos delitos de cohecho, malversación, tráfico de influencias y pertenencia a organización criminal.
Durante las pesquisas, han ido apareciendo diferentes nombres como el de Koldo García o Víctor de Aldama, y entre ellos destaca el de Jessica García, una mujer de unos 30 años que supuestamente mantuvo una relación con el exministro. La semana pasada declaró ante el juez del Supremo, donde relató su historia con Ábalos.
“Una relación monógama”
Según su declaración, se conocieron en octubre de 2018 y ambos mantuvieron una “relación sentimental”. “Éramos pareja dentro de lo que yo entiendo y, aunque él estuviera casado, solamente compartía techo con su mujer por sus hijos. Yo creo que la nuestra era una relación monógama”, relató en su declaración, a la que ha tenido acceso Infobae España.
En ese momento Jessica estaba estudiando una carrera universitaria y compartía pisos con más compañeras. Sin embargo, Ábalos determinó que “ya no tenía edad para estar compartiendo piso” y como se veían todas las semanas, le dijo a ella que eligiera un piso que le “gustará”.
Jessica se decidió por una en la torre de Madrid en Plaza de España, “porque estaba cerca de Ferraz y cerca de la universidad”. Koldo García, exasesor de Ábalos, fue el encargado de contactarla y que tenía que quedar “con una tal Alberto” (Luis Alberto Escolano, socio del empresario Víctor de Aldama) y Jessica pensó que sería “la persona de la inmobiliaria”.
En su testimonio aseguró que no sabía “quién pagaba el piso”, pero se imaginaba que sería “Ábalos, coordinándolo con el señor Koldo, porque siempre le gestionaba todo”. “Incluso si tenía que comprar tabaco o hacían falta medicamentos, Koldo era el que lo gestionaba todo, por eso yo pensé que realmente los dos estaban gestionando el alquiler de la casa”, añadió.
Según la investigación llevaba a cabo por la UCO, era Víctor de Aldama el que se encargaba de pagar los 2.700 euros de alquiler a través de su socio Luis Alberto Escolano como contraprestación a la intermediación de Ábalos en sus negocios.
“Un futuro juntos”
En esa época aseguró que se veía “prácticamente todo los días” con Ábalos, sin embargo, su relación terminó en noviembre de 2019. “Aunque él ya me había prometido que se iba a divorciar y que nosotros tendríamos un futuro juntos, yo vi que había pasado un año y eso no se cumplía”, relató.
“Seguía compartiendo techo con su mujer y sus hijos y yo le presioné en el aspecto de que si no íbamos a estar juntos, conviviendo, que lo mejor que podíamos hacer era que cada cual hiciera su vida”., explicó y agregó que fue una decisión “un poco de los dos”: “Me dijo que cómo iban a haber elecciones en noviembre, que mientras fuera ministro no se iba a divorciar porque eso era un escándalo, y yo no creo que tuviera que ser el segundo plato de nadie”.
Aunque la relación se rompió, Jessica siguió viviendo en su piso hasta marzo de 2022. El juez preguntó a la testigo sobre esta decisión, a lo que respondió que ella estuvo “tranquila”. “Yo me lo tomé como que me había decepcionada amorosamente y que no había cumplido todos los planes de futuro que teníamos, por lo que por lo menos mientras estuviese en la carrera estuviese bien y feliz”.
Londres y Sevilla
En el interrogatorio, el juez también la preguntó sobre los viajes que realizaba con el exministro, a lo que Jessica explicó que hacían uno “todos los meses” y sobre si algunos de ellos eran viajes oficiales como ministro, aseguró que si. “Recuerdo que estuvimos en Londres y en Sevilla, todos los meses hacíamos viajes”, matizó.
Sobre estos viajes ella entendía que era Ábalos quién los pagaba, incluso cuando lo gestionaba Koldo. “Ellos como que se entendían, y aunque Koldo lo gestionara y él me cogiera el billete, era el seño Ábalos quien se lo abonaba”, explicó y añadió que alguna vez hablaron de este tema delante suya.
