¿Sientes que se te olvida todo lo que estudias o lees? ¿A veces te frustra no poder recordar la presentación que te habías preparado? Esta situación es más común de lo que puede parecer y, de hecho, muchos se enfrentan a este problema constantemente. El no poder retener información no solo afecta a los estudiantes jóvenes durante su etapa académica, sino que también es extrapolable a cualquier adulto que necesite aprender con rapidez.
Esto último se suma, además, a que cuanto mayor es una persona, más complicado es retener conocimientos. Por ello, en el caso de los idiomas, siempre se recomienda aprender desde pequeño y, así, poder interiorizarlo. Sin embargo, para librar la batalla a la falta de memoria puedes aplicar un sencillo truco basado en la neurociencia.
Mejora tu memoria: regla 2-7-30
El cerebro está hecho para olvidar, tanto es así, que esto forma parte de los seres humanos como característica y no como defecto. Como explicó el científico y autor del libro Por qué recordamos, Charan Ranganath: “Aunque tendemos a creer que podemos y debemos recordar todo lo que queramos, la realidad es que estamos diseñados para olvidar”. Es imposible que el cerebro retenga todo lo que ocurre alrededor y memorizar tanta información. De hecho, los recuerdos de la infancia tienden a disiparse.
El truco para cambiar este aspecto reside en espaciar la retención de conocimientos: regla 2-7-30. Es decir, se debe repetir la información una primera vez después de dos días, otra vez en el séptimo y, por último, en el día 30.
Debes intentar acordarte durante todo este período de tiempo. Esto ayudará a memorizar lo que te hayas propuesto a largo plazo sin que se te olvide al cabo de unas horas. Según señala la revista dirigida a emprendedores Inc., generalmente pasado un mes las personas solo se acuerdan de un 20-30% de lo que aprendieron al inicio.
La técnica de la retención espaciada
Adquirir conocimientos poco a poco fue una de las aportaciones que hizo el psicólogo alemán Hermann Ebbinghaus. Las informaciones que se repiten en períodos regulares se interiorizan mejor en el cerebro y se recuerdan a largo plazo. En cambio, si eres de los que estudia todo de golpe el día de antes, tienes más probabilidades de quedarte en blanco en la fecha del examen. Es por ello, que muchos profesores insisten a los alumnos en repetir la información varios días antes de la prueba de calificación.
Para esto, el método 2-7-30 está más recomendado a adultos que quieren aprender un nuevo idioma o cualquier otra cosa, ya que generalmente también han perdido el hábito de estudio. Con esta técnica de repetición, el cerebro considera estos conocimientos más importantes que al resto de información y ayuda a que no se olvide. Ya que todo lo que no es relevante, como algunos recuerdos, este órgano tiende a dejarlos a un lado.
Si quieres aplicar esta regla, es importante que te apuntes en la agenda los días concretos en los que tienes que comprobar que la información sigue en tu cabeza: 2-7-30. Si pasas la prueba del mes, ya estarás preparado y contarás con nuevos conocimientos adquiridos.
