El destino favorito de los jubilados franceses para una vida tranquila y económica: un sistema de salud accesible y una gran riqueza cultural

El alto coste de vida de varias ciudades europeas provoca que muchas personas decidan instalarse en lugares más económicos, pero con una amplia oferta de servicios de calidad

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Dos jubilados contemplan el mar
Dos jubilados contemplan el mar en la playa (Pexels)

Son muchas las personas que, llegada la ansiada jubilación, deciden dar un cambio en su vida y dedicarse a hacer todo lo que no pudieron durante sus años de trabajo: aprender un hobbie nuevo, viajar por el mundo o irse a vivir a otro lugar para involucrarse en una nueva cultura. Los altos precios de muchas ciudades europeas, que no cesan de subir, están provocando que para muchos ciudadanos sea complicado tener una vida plena en estos sitios. Es por ello por lo que buscan un destino que les permita establecerse cómodamente y disfrutar de sus años dorados.

Paisajes impresionantes, un clima muy agradable y una puerta abierta de nuevas posibilidades y experiencias. Existe un destino que está comenzando a ser uno de los favoritos de los jubilados franceses y no, no es ningún pueblo costero ubicado en este país. Cada vez son más los que hacen las maletas para asentarse en este lugar de gran riqueza cultural, huyendo principalmente del alto coste de vida en Francia.

El atractivo principal, sin duda, es precisamente este: el aumento del poder adquisitivo que permite generalmente este cambio. El sitio web La Drome Montagne destaca que los alquileres, la comida y otros servicios de este país son significativamente más económicos que en varias zonas francesas, por lo que permite a los jubilados vivir sin preocuparse constantemente de sus finanzas. Sin embargo, no es este el único motivo por el que este destino está empezando a ser señalado entre este grupo poblacional.

Paisajes impresionantes y una gran riqueza cultural

El clima que ofrecen las principales regiones de este país permite a los ciudadanos franceses evitar los fríos inviernos de su país. La naturaleza se convierte así en un aspecto destacado del tiempo libre: la temperatura ofrece la posibilidad de realizar planes al aire libre durante más meses que en otras ciudades europeas. Además, los paisajes que ofrece este país son de una majestuosidad que ha cautivado a sus viajeros: playas de arena fina, oasis verdes y grandes montañas que aportan una gran belleza a un entorno idílico para disfrutar de la jubilación.

Este destino preferente para los jubilados franceses es Marruecos. Su riqueza cultural lo convierte en un país ideal para conocer nuevas costumbres y tradiciones, así como salir de la zona de confort. En La Drome Montagne se destaca la arquitectura de sus ciudades, con palacios suntuosos, zocos coloridos y calles estrechas en un laberinto de historia y cultura. Sin embargo, es importante destacar que este cambio de residencia requiere una cierta capacidad de adaptación, puesto que la diferencia con países europeos como Francia, Italia o España es significativa.

Cascadas de Ouzoud, en Marruecos
Cascadas de Ouzoud, en Marruecos (Adobe Stock)

La hospitalidad de los marroquíes, tal y como señalan una gran cantidad de turistas que han visitado la zona, es otro de los aspectos señalados de esta experiencia en el extranjero. Son muchos los jubilados que han conseguido crear vínculos fuertes y formar un segundo hogar en Marruecos. Además, son varios los destinos entre los que elegir: Marrakech, Agadir, Essaouira o pequeñas ciudades costeras, un gran abanico de posibilidades.

Servicios sanitarios y residenciales

Los jubilados que están buscando un destino diferente para disfrutar de esta etapa tan importante de sus vidas también valoran cuestiones como la seguridad, la salud o la posibilidad de acceder a ciertos servicios. El medio citado anteriormente destaca que en este país es posible disfrutar de todas ellas. En primer lugar, por la existencia de clínicas privadas a precios asequibles que ofrecen atención sanitaria de gran calidad.

En los últimos años, han proliferado las residencias diseñadas para las personas mayores extranjeras: con servicios personalizados, seguridad y una gran variedad de actividades, se convierten en una buena opción para aquellos que estén pensando en dar el salto, especialmente por el ambiente de tranquilidad que ofrecen.

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Otro de los aspectos que también es ampliamente valorado por las personas que deciden asentarse en otro país es la posibilidad de continuar manteniendo el contacto con sus seres queridos. Los numerosos enlaces aéreos con Francia permiten a estos jubilados regresar a su país tantas veces como lo deseen. Este medio de transporte también resulta bastante barato en los vuelos con España, por lo que se convierte también en una opción que puede valorarse.