El sector del taxi en España es, realmente, una fuente significativa de ingresos y, por ello, hay muchos conductores que optan por dedicarse a esta profesión que, sin duda es más dura de lo que se puede imaginar. Los taxistas, sobre todo los que trabajan por cuenta propia y son propietarios de su licencia, dependen más del número de carreras que realicen al día y del importe de las mismas, por lo que, en ocasiones, las jornadas de estos autónomos pueden alargarse en busca de clientes.
Este tipo de taxistas, que son autónomos y poseen licencia propia, son los que más queja han tenido en cuanto a la revolución de los VTC. Los servicios de VTC (Vehículos de Transporte con Conductor) han ganado popularidad en los últimos años. Sobre todo, la mayor problemática en cuanto a la competencia entre taxistas y conductores de VTC se dio en los años 2018 y 2019, cuando el número de licencias de VTC experimentaba aumentos anuales del 96% en 2018 y del 26% en 2019. Estos datos del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana también indican que el crecimiento de los VTC es mucho más regular que el de los taxis, cuyo número de licencias llegó incluso a descender en un 8′7% en 2022.
Diferencias entre taxi y VTC
El servicio que ofrecen los VTC es prácticamente muy similar al de un taxi. Al fin y al cabo, ambos se dedican al transporte de personas desde un punto a otro. Sin embargo, una de las grandes diferencias es que, para contratar un VTC se debe utilizar un medio de pago para abonar el precio del viaje antes de subir al vehículo. Por ello, aplicaciones como Cabify o Uber han adquirido cada vez más popularidad. Por ello, para coger un taxi, este puede detenerse en cualquier punto y recoger al viajero, mientras que, en el caso de los VTC, es obligatorio reservar el viaje con un punto de recogida y uno de destino, y abonar el precio antes de viajar. Las tarifas de los taxis suelen ser fijas y varían bastante poco, mientras que las de los VTC dependen de la demanda.
Los conductores de VTC deben contar con una licencia para trabajar como tal. Sin embargo, la polémica entre los taxistas y los VTC en las grandes ciudades reside en que, en pleno auge de ese nuevo servicio, las licencias para taxistas estaban muy limitadas y sus altísimos precios permitían la especulación. Mientras, la aparición de los VTC permitió que llegaran a ciudades como Madrid o Barcelona conductores que realizaban el mismo servicio que un taxi, y cuyas licencias eran más accesibles.
El salario medio de un taxista en España
Existe una diferencia esencial entre un taxista asalariado o por cuenta ajena y un taxista autónomo. En el caso del primero, el conductor no es el propietario de la licencia y, por tanto, los gastos de la actividad, como la licencia, el seguro o el mantenimiento del vehículo corren a cargo de su empleador. Según AutoBild, normalmente, los ingresos obtenidos se reparten “al 50%” entre el taxista y el empleador. Sin embargo, un taxista por cuenta propia, aclara la revista de motor, “tiene que afrontar con más gastos que los asalariados“.
Estimando una media de 50 horas semanales, un taxista asalariado puede llegar a cobrar un salario medio de 1.750 euros al mes, mientras que, trabajando las mismas horas, el sueldo de un autónomo se situaría en torno a los 2.500. Por su parte, un conductor de VTC cobra en torno a los 1.100 euros al mes. Sin embargo, hay que tener en cuenta que, a pesar de el beneficio económico, un taxista por cuenta propia carga con todos los gastos de la actividad, incluidos los imprevistos. Por otro lado, un asalariado cuenta, al menos, con la tranquilidad de que solo le corresponden los gastos de la gasolina. Entonces, cualquier taxista gestionará sus jornadas para tratar de sacar el máximo beneficio y la mayor cantidad de viajes sin sacrificar demasiado su tiempo de descanso.
