El cálculo de la pensión de jubilación en España se basa en la suma de todos los años de cotización a la Seguridad Social a lo largo de la vida laboral. Sin embargo, una de las dudas más frecuentes entre los trabajadores es cómo afectan determinados periodos en los que no se está en activo, como las bajas médicas, al cómputo total del tiempo cotizado y a la cuantía de la pensión.
A lo largo de la carrera profesional, los empleados pueden atravesar situaciones que alteran su actividad laboral, como permisos por maternidad o paternidad, excedencias o incapacidades temporales. En el momento de calcular la pensión, estos periodos pueden influir de forma diferente según su naturaleza y duración. En el caso de las bajas médicas, la normativa establece que el tiempo en esta situación sigue computando para la jubilación, siempre que la relación laboral no haya terminado.
Las bajas médicas siguen generando cotización
De acuerdo con la información recogida por Mapfre, durante una baja médica la empresa mantiene la obligación de cotizar a la Seguridad Social mientras el contrato de trabajo siga vigente. Esto significa que, aunque el trabajador no esté desempeñando su labor, esos días o meses seguirán sumando para la pensión de jubilación.
La normativa establece que la obligación de cotizar persiste en distintas situaciones de inactividad, siempre que el empleado continúe dado de alta en la Seguridad Social. De este modo, los periodos de incapacidad temporal, permisos por maternidad y paternidad o situaciones de riesgo durante el embarazo o la lactancia no interrumpen el derecho a la cotización y, por tanto, se tienen en cuenta para la jubilación.
Situaciones en las que la baja cuenta para la jubilación
Existen varios supuestos en los que un trabajador puede estar en situación de baja médica y, al mismo tiempo, continuar generando cotización para su futura pensión. Entre ellos se encuentran:
- Incapacidad temporal por enfermedad común o profesional
- Accidente laboral o no laboral.
- Riesgo durante el embarazo o la lactancia.
- Permisos por maternidad o paternidad.
- Cumplimiento de deberes de carácter público.
En todos estos casos, la ley garantiza que el tiempo en los que el trabajador se encuentra en baja médica siga computando como parte de su historial de cotización.
Diferencias entre las contingencias comunes y profesionales
Dentro de la incapacidad temporal, la legislación distingue entre bajas por contingencias comunes y por contingencias profesionales.
- Baja por enfermedad común o accidente no laboral: Para que el trabajador tenga derecho a una prestación económica durante este periodo, debe haber cotizado al menos 180 días en los cinco años previos a la baja.
- Baja por enfermedad profesional o accidente laboral: En estos casos, el trabajador comienza a recibir la prestación económica desde el día siguiente a la baja médica, sin necesidad de cumplir un periodo mínimo de cotización.
A efectos de la jubilación, ambas situaciones computan como tiempo cotizado, lo que significa que no reducen la cantidad total de años de cotización acumulados.
El impacto de las bajas médicas en la pensión
El hecho de que las bajas médicas sigan cotizando permite que los trabajadores no vean reducidos sus años de cotización al jubilarse. Sin embargo, la cuantía de la pensión puede verse afectada dependiendo de las bases de cotización durante el tiempo en baja.
Durante los primeros meses de incapacidad temporal, la empresa sigue cotizando por la base reguladora del trabajador. No obstante, en bajas de larga duración o en casos de incapacidad permanente, las bases de cotización pueden cambiar, afectando al cálculo final de la pensión.
Por ello, los expertos recomiendan revisar el historial de cotización y asegurarse de que todos los periodos han sido contabilizados correctamente en el informe de vida laboral. En casos de dudas, se puede solicitar información en la Seguridad Social para verificar que las cotizaciones durante la baja han sido registradas correctamente.
