El Omega 3 es un tipo de ácido esencial que nuestro organismo no puede fabricar por sí mismo y que, por ello, se debe incluir en la dieta. Lo necesitamos para fortalecer las neuronas y para otras funciones importantes. Asimismo, ayuda a mantener el corazón sano y protegido contra un accidente cerebrovascular, tal y como se detalla en la web de MedlinePlus.
Por qué el Omega 3 es bueno para el corazón
Este ácido es bueno para el corazón por diversas razones, entre ellas:
- Reduce los triglicéridos, un tipo de grasa en la sangre.
- Reduce el riesgo de desarrollar arritmias.
- Disminuye la acumulación de placa, una sustancia que contiene grasa, colesterol y calcio y que provoca que las arterias se endurezcan y bloqueen.
- Ayuda a bajar la presión arterial
Cuando no se obtiene una cantidad apropiada, muchas personas optan por tomar suplementos de Omega 3. Sin embargo, Aurelio Rojas, conocido en redes como @doctorrojas, ha compartido un vídeo de Instagram en el que advierte de tres errores que se cometen al consumir estas cápsulas.
Los tres errores más frecuentes al tomar Omega 3
El doctor explica cuál es la mejor manera de tomar este nutriente para “sacar el máximo partido a todos sus efectos”. Comenta que el primer error que “muchas personas cometen” es elegir suplementos de Omega 3 sin mirar la cantidad real de EPA y DHA que son los ácidos grasos con efectos beneficiosos para tu salud. Cuenta que hay algunas cápsulas que “tienen mucho aceite de pescado, pero poca concentración de estos compuestos clave”. Para solucionar este problema, basta con asegurarse de que cada dosis aporte “al menos 1000 mg de EPA y DHA combinados para efectos antiinflamatorios y cardiovasculares óptimos”.
Menciona Rojas que el segundo fallo es no reparar en que el Omega 3 es una grasa y que si se toma en ayunas o con una comida baja en grasas, “la absorción disminuye drásticamente”. Es por ello que el médico asegura que es vital consumirlo con “una comida rica en grasas saludables como, por ejemplo, aguacate, frutos secos o aceite de oliva”. Apunta que con este pequeño cambio, aumentará “enormemente su biodisponibilidad”.
Por último, menciona que el tercer error es el más frecuente y consiste en no revisar ni la frescura ni la calidad del Omega 3 que vamos a tomar. “Los aceites de pescado pueden oxidarse y volverse rancios, perdiendo sus beneficios y generando radicales libres perjudiciales”, detalla. Podemos pensar que detectar cuando un suplemento ha perecido es difícil; sin embargo, el médico cuenta cuál es el método para identificarlo. “Un mal indicio es el olor fuerte a pescado o eructos con sabor desagradable después de tomarlo”, apunta.
Asimismo, sostiene que hay dos soluciones para evitarlo. En primer lugar, “elegir suplementos con certificaciones de pureza y libres de metales pesados como IFOS o GOED”. En segundo lugar, comenta que guardarlos bien es un paso fundamental. El doctor afirma que siempre hay que dejar las cápsulas en la nevera “para evitar la oxidación”. “Siguiendo estas recomendaciones aprovecharás al máximo los beneficios”, finaliza.
