Alberto Luceño declara que fue la empresa vendedora la que fijó su comisión y la de Medina: “Yo solo fui parte intermediaria, una persona que ayuda y dona”

El empresario recibió una comisión de 5,1 millones de dólares por la transacción

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Alberto Luceño llega a la
Alberto Luceño llega a la Audiencia Provincial de Madrid (Ángel Díaz Briñas - Europa Press)

En la última sesión del juicio sobre el caso Mascarillas ha llegado el turno de palabra del segundo y principal acusado, el empresario Alberto Luceño. La Fiscalía solicita para él 15 años de cárcel por presuntos delitos de estafa agravada, falsedad documental y otro agravado contra Hacienda.

En su declaración ha asegurado que fue la empresa malasia Leno la que fijó la comisión de 5,1 millones de dólares que recibió el y y la de un millón del otro acusado, Luis Medina, y que es la práctica habitual en este tipo de negocios. “Yo solo fui parte intermediaria, una persona que ayuda y dona”, ha explicado.

Según su relato, él solo hablaba con Elena Collado, la responsable de compras del Ayuntamiento de Madrid, y ninguno de los dos tenía potestad para decidir que precio se acordaba. “Yo propongo lo que dice el vendedor y ella lo que dice el comprador”.

De esta manera, el empresario ha buscado quitarse culpas y ha relatado que la razón por la que decidió participar en la compra es porque “quería ayudar, vengo de familia sanitaria”, pero que “no sabía lo que se iba a retribuir”.

La versión de Luis Medina

Luis Medina, arropado por su
Luis Medina, arropado por su pareja Clara Caruana en los Juzgados (EUROPA ESPAÑA SOCIEDAD)

El aristócrata Luis Medina ha declarado este martes en el juicio que se le acusa de estafa por las altísimas comisiones obtenidas en lo peor de la pandemia por intermediar en la compra de mascarillas y otro material sanitario para el consistorio, y ha asegurado que “no se conocían las comisiones antes de la venta” y “dependía de si al final había negocio”.

“Las comisiones hasta que no se completaban ventas no se podían saber” ha defendido y se ha desligado de los negocios realizados por Alberto Luceño al asegurar que él en ningún momento contactó con la empresa de Malasia. Preguntado sobre cómo se fijó el precio de la comisión ha respondido que “se lo tiene que preguntar a Luceño, yo no lo sé”.

Ha explicado que en los momentos de la pandemia, “el mercado estaba roto”, por lo que era imposible saber que tipo de comisiones se iban a recibir por cada producto. “Había algunas muy altas y otras muy bajas, nunca se sabía”, ha asegurado

Sobre el millón de euros que recibió como comisión ha sido tajante al asegurar que “está satisfecho” y que no habría pedido más.

Las acusaciones de la Fiscalía

La Fiscalía solicita para Alberto Luceño 15 años de cárcel por presuntos delitos de estafa agravada, falsedad documental y otro agravado contra Hacienda; mientras Luis Medina, hijo de del duque de Feria y Naty Abascal, afronta una solicitud de 9 años de prisión por los dos primeros delitos.

El Ministerio Público también pide para Luceño una multa de 5,6 millones de euros y que indemnice a la Agencia Tributaria con 1,3 millones, mientras que para Medina solicita 450.000 euros de multa.

Comienza el juicio del caso mascarillas con relatos sobre cómo llegó Luis Medina al Ayuntamiento de Madrid.

Reclama que ambos indemnicen conjuntamente al Consistorio con 7,8 millones, cantidad correspondiente a las comisiones que ganaron y al sobreprecio que pagó el Ayuntamiento por la operación, entre otros conceptos.

La Fiscalía sostiene que los hechos se remontan a marzo de 2020, “en una situación de rápida evolución de la pandemia” de coronavirus y “de extrema necesidad y carencia de materiales sanitarios”, en la que -relata- ambos acusados tuvieron la “intención” de “enriquecerse exageradamente”.

Así Luceño consiguió productos sanitarios de un empresario malasio que, gracias a los contactos de Medina, vendió al Ayuntamiento de Madrid, haciéndolo “un precio muy superior al que les era ofrecido por los suministradores”, como consecuencia de la “imposición de unas comisiones desorbitadas” que ocultaron al Consistorio.

El Ayuntamiento firmó con ellos tres contratos por los que pagó 11,9 millones de dólares para obtener un millón de mascarillas, dos millones y medio de pares de guantes y 250.000 test, sin saber que Luceño se embolsó una comisión de 5,1 millones de dólares y Medina de uno.