Una jubilada pierde 12.000 euros tras pagar dinero para reformar su casa: unos delincuentes se hicieron pasar por una empresa

Tras sufrir un incendio en junio de 2024, la mujer contactó con una constructora para la renovación de su vivienda. Precisamente a través de los correos electrónicos que intercambiaron, los estafadores lograron información privilegiada

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(Imagen Ilustrativa Infobae)
(Imagen Ilustrativa Infobae)

Las estafas y los robos están a la orden del día, y con el imparable avance de las nuevas tecnologías cada vez se están haciendo más sofisticados. Y es que una mujer mayor de Saint-Martial-le-Mont, en la zona de Creuse, ha sido víctima de una compleja estafa cibernética que le costó 12.000 euros.

Los delincuentes lograron infiltrarse en su cuenta de correo electrónico y suplantaron la identidad de una empresa constructora con la que la mujer estaba en contacto para realizar obras de renovación en su vivienda. Y no unas obras para mejorar la casa, no. Unas obras necesarias porque había sufrido un incendio hacía menos de un año.

Este incidente se suma a una serie de casos similares que han afectado a personas en diversas regiones, destacando la creciente amenaza de los delitos informáticos. ¿Cómo podemos prevenir este tipo de situaciones?

El modus operandi de los estafadores: la técnica del “Man in the middle”

Por lo que se ha podido saber tras la investigación policial del asunto, los delincuentes utilizaron una técnica conocida como “Man in the middle”- el hombre en el medio- un método que consiste en insertarse en la comunicación entre dos partes para manipular la información.

En este caso, los hackers accedieron a la bandeja de entrada de la mujer francesa tras lograr encontrar su contraseña, lo que les permitió observar las transacciones en curso entre ella y la constructora que le estaba ayudando con las reformas de su casa, y replicar así la identidad de la empresa y sus facturas.

El engaño incluyó un cambio sutil, pero que ha sido la base del éxito del robo: los estafadores modificaron la dirección de correo electrónico de respuesta, sustituyendo el dominio original por uno similar (en concreto cambiaron el .com por .fr, una diferencia que la mujer mayor no supo detectar en el momento). Además, adjuntaron un número de cuenta bancaria propio, asegurándose de que el dinero transferido por la víctima llegara directamente a ellos.

Con esto lograron hacer llegar a la víctima la información de que debía pagar una nueva factura de 12.000€, y esta, como estaba en comunicación sobre las tarifas de las reformas de su casa, accedió sin dudar. Justo después de hacer el pago, la mujer, llamada Jocelyne, detectó la diferencia en el nombre del correo electrónico, pero ya era demasiado tarde.

(Imagen Ilustrativa Infobae)
(Imagen Ilustrativa Infobae)

¿Qué recomendaciones se pueden seguir para evitar este tipo de estafas online?

Es difícil saber cómo va a reaccionar uno en este tipo de situaciones anómalas, pero para prevenir este tipo de fraudes, los expertos en seguridad informática recomiendan adoptar prácticas que dificulten el acceso no autorizado a cuentas de correo electrónico.

Por ejemplo, una de las medidas más efectivas es cambiar la contraseña de las cuentas cada seis meses. Estas contraseñas deben ser complejas, combinando letras mayúsculas y minúsculas, números y caracteres especiales. Esto minimizará las posibilidades de los estafadores para lograr averiguar contraseñas, y entonces no podrán acceder a información privilegiada para elaborar estrategias de robo.

Los expertos también destacan la utilidad de algunas plataformas como la página web gubernamental 17cyber, que ofrece información valiosa tanto para quienes han sido víctimas de estafas en línea como para aquellos que buscan protegerse de posibles ataques. Este recurso incluye guías sobre cómo identificar correos electrónicos sospechosos, proteger datos personales y actuar en caso de ser víctima de un delito cibernético.