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Desde el 1 de enero de 2025, el IVA de la electricidad en España ha experimentado un incremento significativo, pasando del 9 % al 21 %. Este cambio ha generado un impacto inesperado: un aumento en los intentos de estafas telefónicas y por correo electrónico, en los que delincuentes se hacen pasar por falsas comercializadoras de energía para ofrecer descuentos fraudulentos. Estas prácticas, de hecho, han proliferado en los últimos años, aprovechando la confusión de los consumidores ante los cambios en las tarifas energéticas.
De acuerdo con José María Treviño, cofundador de Vivolt, una empresa especializada en la gestión de cambios de compañías energéticas, los estafadores suelen utilizar información personal de las víctimas, como nombres, números de identificación y direcciones de suministro, para ganar credibilidad. Esta información, según Treviño, podría haber sido obtenida de manera ilegal y vendida en mercados clandestinos.
Así son las estrategias de los estafadores y las señales de alerta
Las tácticas empleadas por los delincuentes incluyen llamadas repetitivas desde números desconocidos o incluso ocultos. Según detalló Treviño, los estafadores suelen presionar a los consumidores para que acepten un cambio de contrato en la misma llamada, llegando a irritarse si la víctima se resiste. En muchos casos, los delincuentes afirman representar a grandes empresas distribuidoras como Endesa, Iberdrola, Nedgia o Unión Fenosa, aunque estas compañías no tienen autorización para realizar ofertas comerciales ni vender energía directamente. Un dato muy a tener en cuenta.
La policía española, consciente del aumento de estas prácticas, ha lanzado campañas de prevención para alertar a la ciudadanía. En un vídeo difundido en redes sociales, el cuerpo de seguridad destacó tres claves para identificar posibles estafas. La primera es la falta de transparencia: las llamadas suelen provenir de números desconocidos y los interlocutores no especifican claramente el nombre de la empresa que representan. En su lugar, se presentan como “asesores energéticos”.
Otra señal de alerta es la presión agresiva para que el consumidor tome decisiones inmediatas, algo que las compañías legítimas no hacen. Finalmente, la solicitud de datos financieros sensibles, como números de tarjetas de crédito o cuentas bancarias, es un indicio claro de fraude. Según la policía, las empresas de energía ya cuentan con la información necesaria de sus clientes y nunca solicitan datos adicionales por teléfono.
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¿Cómo hay que protegerse de estos fraudes?
Una vez que se consuma el fraude, las posibilidades de recuperar el dinero o revertir el daño son limitadas. Treviño reconoció que, aunque la policía puede investigar los casos, las acciones suelen ser insuficientes para resarcir a las víctimas. Por ello, enfatizó la importancia de denunciar cualquier intento de estafa a las autoridades o a los organismos de consumo, como FACUA, por ejemplo.
Entre las tácticas más comunes de los estafadores se encuentra, por ejemplo, la amenaza de cortar el suministro eléctrico si no se firma un nuevo contrato. Otro punto a tener en cuenta siempre es el ruido de fondo o las voces de otras personas durante la llamada pueden ser indicios de que se trata de un call center de baja calidad, característico de estas operaciones fraudulentas.
Para evitar caer en estas trampas, Treviño recomendó no aceptar ofertas por teléfono y solicitar que cualquier propuesta sea enviada por correo electrónico o aplicaciones de mensajería como WhatsApp. Esto permite al consumidor revisar detenidamente los términos del contrato antes de tomar una decisión.
Además, es crucial verificar que la dirección de correo electrónico del comercializador pertenezca realmente a la empresa que dice representar. Investigar la reputación de la compañía en internet también puede ayudar a identificar prácticas dudosas.
El cofundador de Vivolt subrayó que la prevención es la mejor herramienta contra estas estafas. Por ello, instó a los consumidores a mantenerse informados y a actuar con cautela ante cualquier oferta que parezca demasiado buena para ser verdad. Y es que en un contexto de cambios en las tarifas energéticas y un aumento en los costos, los consumidores deben estar más atentos que nunca para evitar convertirse en víctimas de estas prácticas fraudulentas.