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Un nuevo estudio presentado en la 12ª Conferencia Internacional Nutrition & Growth sobre Nutrición Pediátrica en Atenas ha revelado que la fórmula infantil elaborada con leche entera de cabra podría ser una alternativa más beneficiosa para los bebés en comparación con las fórmulas tradicionales a base de leche de vaca. Entre sus ventajas, se encuentra una reducción significativa en la frecuencia de la regurgitación, un problema común en los lactantes.
El ensayo clínico, denominado TIGER, ha analizado los efectos de ambos tipos de fórmulas en la digestión de los bebés. A lo largo de cuatro semanas, los investigadores han comparado la frecuencia de la regurgitación en bebés alimentados con fórmula de leche de cabra frente a aquellos que consumieron fórmula de leche de vaca. Los resultados han mostrado que los lactantes que tomaron la fórmula a base de leche de cabra regurgitaron hasta seis veces menos por semana, mientras que en el grupo que recibió leche de vaca la reducción fue de menos de dos veces semanales.
Además de la menor incidencia de regurgitación, el estudio también ha detectado otros beneficios asociados al consumo de fórmula de leche de cabra. Se encontraron niveles más bajos de cortisol y proteína C reactiva en la saliva de los bebés que la consumieron, lo que sugiere una disminución en los marcadores de estrés e inflamación. En cambio, en los bebés alimentados con leche de vaca no se observaron cambios significativos en estos indicadores.
El estudio se ha llevado a cabo con un total de 80 bebés, a los que se sumó un grupo de referencia de 59 lactantes que recibieron leche materna. Para garantizar la objetividad de los resultados, se ha utilizado un método de “doble ciego”, lo que significa que ni los investigadores ni las familias sabían qué tipo de fórmula estaba recibiendo cada bebé.
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¿Qué es la regurgitación?
La regurgitación en bebés lactantes es la expulsión involuntaria de pequeñas cantidades de leche después de la alimentación. Ocurre porque el esfínter esofágico inferior, la válvula que separa el estómago del esófago, aún no está completamente desarrollado en los recién nacidos, lo que permite que el contenido gástrico vuelva hacia la boca.
Es un fenómeno común en los primeros meses de vida y, en la mayoría de los casos, no es motivo de preocupación. Suele desaparecer a medida que el bebé crece y su sistema digestivo madura, generalmente alrededor del primer año de vida.
Sin embargo, si la regurgitación es muy frecuente, afecta el aumento de peso o está acompañada de otros síntomas como irritabilidad, podría ser indicio de un problema. Esta situación puede generar estrés tanto en el bebé como en la familia, por lo que reducir su incidencia supone un alivio importante para el bienestar de todos.
La profesora Sirinuch Chomtho, investigadora principal del ensayo TIGER, destacó la relevancia de estos hallazgos: “Estos resultados aportan información clave sobre el impacto de las diferentes fórmulas en la digestión infantil y los niveles de estrés en los bebés”.
Además, subrayó la necesidad de continuar con la investigación en este campo: “Es necesario realizar más estudios, pero estos datos sugieren que la fórmula de leche de cabra entera es una opción muy beneficiosa para aquellos bebés que están dejando de tomar leche materna”.