Los huevos revueltos son una de las comidas más sencillas de preparar. Pero también es de lo más fácil que salgan secos, sosos, o directamente incomibles. Será por pasarse de confianza, de decir “es romperlos en la sartén y echarles un par de cosas”, y al final uno va de chef y se acaba dando cuenta de que en realidad es ayudante del pinche (de cocina).
En realidad, como con la mayoría de platos (aunque este es particularmente fácil), si se sigue un método y unas instrucciones no es posible hacer los huevos revueltos mal y acabar por sacarlos de la sartén húmedos y casi chiclosos. Por suerte para todas aquellas personas que, por mucho que lo intenten, son incapaces de hacer unos huevos revueltos apetitosos, el medio británico Express ha publicado la técnica esencial para evitarse un desayuno triste.
Chris Collins es chef y fundador de Don’t Go Bacon My Heart (un blog especializado en recetas), y se describe así mismo como videógrafo, fotógrafo, creador de recetas, y “el tío detrás del bacon”. Según Chris, hacer huevos revueltos no conlleva ninguna receta complicada, pero sí que existe una “técnica” para hacerlos correctamente.
El error más común
“Sé lo que estás pensando”, asegura. A saber. “¿Quién no sabe hacer huevos revueltos?“. Pues es cocinero y telépata, aparentemente. O, realmente, sabrá que casi hay que intentarlo (o no prestar mucha atención) para que salgan mal. ”Aunque no hay una forma estrictamente incorrecta ni correcta de hacer huevos revueltos, sí que hay una mejor forma“. La clave, según Chris, es dejar de usar leche y sustituirla por mantequilla sin sal: “En ningún caso necesitas añadir leche a los huevos revueltos. Este método te dará huevos ricos y cremosos sin utilizarla. ¡La mantequilla también ayuda!“.
Lo de usar leche puede suponer que los huevos se cocinen demasiado rápido con el vapor, lo que puede provocar que se queden secos y con una textura chiclosa, incluso sin haberlos dejado en el fuego demasiado tiempo. Además, si se utiliza demasiada leche, puede eclipsar el sabor de los huevos, resultando a su vez en un plato insípido en lugar de unos huevos revueltos esponjosos.
La mantequilla, asegura Chris, suele ser mejor para este propósito, ya que la grasa cubrirá la proteína de los huevos, evitando así que se quemen y facilitando esa textura sedosa. Por otro lado, también contribuirá al sabor de los mismos, que es de lo más importante.
La receta de Chris Collins, el “tío detrás del bacon”
De acuerdo con Chris, hacen falta cinco ingredientes para sacar unos huevos revueltos deliciosos: tres huevos, una cucharada de mantequilla sin sal, cebollinos frescos, sal y pimienta. El primer paso es el de siempre: romper los huevos en un recipiente y añadir una pizca de sal. Mientras tanto, se debe derretir la cucharada de mantequilla en una sartén a fuego lento y, una vez esté líquida, añadir los huevos batidos.
Es importante batir los huevos incluso una vez estén en la sartén, ya que no hacerlo puede provocar que se pegue la mezcla y cree una capa quemada que no sabrá nada bien (aunque lo mejor es no comprobarlo). Al poco, deberán alcanzar esa textura densa y coagulada, hasta empezar a solidificarse por completo. En ese momento, se deben empezar a remover lentamente con un movimiento circular y durante unos minutos, asegurando que nunca dejan de estar en movimiento.
Antes de que estén hechos del todo, Chris recomienda apagar el fuego y dejar que se terminen de hacer con el calor residual de la sartén, tras lo cual solo quedará servirlos en un plato, echarles un poco de pimienta, añadir los cebollinos por encima, y listo. Según Chris, el resultado de su receta de huevos revueltos hará la boca agua.
