La desigualdad salarial entre hombres y mujeres sigue siendo una realidad en España. Aunque los tiempos han avanzado, aún no es suficiente. En España, la desigualdad salarial entre hombres y mujeres persiste como un problema estructural, evidenciando profundas brechas de género en el mercado laboral.
Según el IX Informe ‘Brecha salarial, Suelo pegajoso y Techo de cristal’, elaborado por los Técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha), las mujeres perciben, en promedio, casi 5.100 euros menos al año que los hombres, lo que representa una diferencia del 23,9%.
Este análisis, publicado en el marco del Día de la Igualdad Salarial que se conmemorará el próximo 22 de febrero, revela que, al ritmo actual, se necesitarían 23 años para cerrar esta brecha.
El informe detalla que el salario medio anual de las mujeres en España es de 21.298 euros, mientras que el de los hombres asciende a 26.390 euros. Aunque la brecha relativa ha disminuido un 50,5% desde 1999, los avances recientes han sido limitados.
En el último año, la diferencia salarial se redujo un 3,7%, pero en términos absolutos, la brecha aumentó en 93 euros anuales. Gestha destaca que el mayor progreso en la reducción de esta desigualdad se produjo en 2020, durante el confinamiento, cuando las medidas de protección salarial lograron una disminución del 7,8%.
Madrid lidera la brecha salarial y Canarias registra la menor diferencia
El análisis por comunidades autónomas muestra disparidades significativas en la brecha salarial. La Comunidad de Madrid encabeza la lista con una diferencia del 29,8%, seguida de Asturias (29,7%) y Aragón (27,2%).
En contraste, Canarias presenta la menor brecha, con un 10,8%, seguida por la Ciudad Autónoma de Melilla (13,9%), Baleares (16,3%) y Extremadura (18,6%).
Estas cifras reflejan no solo las diferencias salariales entre géneros, sino también cómo factores regionales y económicos influyen en la desigualdad. Las comunidades con menor brecha suelen tener economías más orientadas al sector servicios, donde las diferencias salariales tienden a ser menos pronunciadas.
El informe también analiza la brecha salarial por sectores económicos, destacando que las Entidades Financieras y Aseguradoras presentan la mayor diferencia, con 16.537 euros anuales entre hombres y mujeres. Le siguen los sectores de Información y Comunicaciones (8.294 euros) y Servicios a las Empresas (7.169 euros).
En el extremo opuesto, las menores brechas se encuentran en el sector de Construcción y Actividades Inmobiliarias, con una diferencia de 1.118 euros, seguido de Agricultura, Ganadería, Silvicultura y Pesca (3.918 euros) y Otros Servicios Personales y de Ocio (3.928 euros).
Sin embargo, en términos relativos, el sector agrícola registra la mayor desigualdad porcentual, con una brecha del 49,3%, seguido de las entidades financieras (40,8%) y los servicios a empresas (39,5%).
Precariedad y techo de cristal
Gestha señala que la precariedad laboral y el techo de cristal son los principales factores que perpetúan la brecha salarial. Según el informe, cerca de 4,1 millones de mujeres no alcanzan a percibir el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) en el conjunto del año.
Además, la representación femenina disminuye a medida que aumentan las retribuciones de los puestos de trabajo, lo que evidencia barreras estructurales para el acceso de las mujeres a posiciones mejor remuneradas, fenómeno llamado por investigadores como el techo de cristal.
El informe también subraya que las responsabilidades familiares y la falta de corresponsabilidad en el cuidado de menores y personas dependientes limitan las oportunidades laborales de las mujeres, perpetuando la parcialidad y dificultando su promoción profesional.
Ante este panorama, Gestha insta al Gobierno a tomar medidas concretas para reducir la desigualdad salarial. Entre las propuestas, destaca la necesidad de reforzar la dotación presupuestaria para aumentar el número de plazas en escuelas públicas infantiles para niños de 0 a 3 años, así como en centros especializados para la atención de personas mayores o dependientes.
El secretario general de los Técnicos del Ministerio de Hacienda, José María Mollinedo, aboga por un cambio cultural que fomente una mayor participación de las mujeres en el mercado laboral y una implicación equitativa de ambos progenitores en la conciliación familiar.
El objetivo es que ambos progenitores se impliquen en la conciliación “para romper con la parcialidad y el techo de cristal de la mujer a través de una promoción profesional más igualitaria, cuestiones que deberían formar parte de un Pacto de Estado”.
Mollinedo subraya que estas medidas deben formar parte de un Pacto de Estado que promueva una promoción profesional más igualitaria y rompa con las barreras que enfrentan las mujeres en el ámbito laboral.
La reducción de la brecha salarial no solo es una cuestión de justicia social, sino también un desafío estructural que requiere un compromiso conjunto de las instituciones, las empresas y la sociedad en su conjunto.
