La posibilidad de que el asteroide 2024 YR4 impacte contra la Tierra ha alcanzado un 3,1 %, según los cálculos más recientes de la NASA. Este porcentaje, que supera el umbral del 1% necesario para activar notificaciones formales a agencias gubernamentales y organismos internacionales, sitúa al asteroide como una de las principales amenazas espaciales monitoreadas en la actualidad. De acuerdo con la información publicada por la agencia espacial estadounidense, el posible impacto podría ocurrir el 22 de diciembre de 2032, lo que ha llevado a intensificar las observaciones y los análisis de su trayectoria.
La Agencia Espacial Europea (ESA) también ha actualizado sus estimaciones, situando la probabilidad de impacto en un 2,8 %. Ambas agencias coinciden en que estos valores podrían variar en las próximas semanas, ya que los datos se ajustan constantemente con base en nuevas observaciones. Según detalló la ESA, este comportamiento es común en asteroides recién descubiertos, cuyos riesgos suelen aumentar inicialmente antes de disminuir a medida que se recopila más información.
Un asteroide de tamaño moderado, pero con potencial destructivo
El 2024 YR4 tiene un diámetro estimado de entre 40 y 90 metros, lo que lo clasifica como un objeto de tamaño moderado. Aunque no representa una amenaza existencial para la humanidad, su impacto podría causar daños significativos a nivel local, especialmente si llegara a caer en una zona densamente poblada.
El nivel de daño que podría ocasionar depende de varios factores aún desconocidos, como la composición del asteroide y el ángulo de entrada en la atmósfera terrestre. En este sentido, la ESA ha señalado que el 2024 YR4 se encuentra actualmente en el nivel 3 de la escala de Turín, que mide la amenaza de impacto de asteroides en una escala del 0 al 10. Este nivel indica que el objeto merece atención, pero no representa un peligro inmediato.
Comparaciones con el asteroide Apofis y el monitoreo constante
El caso del 2024 YR4 ha sido comparado con el del asteroide Apofis, descubierto en 2004. En su momento, Apofis alcanzó un nivel 4 en la escala de Turín debido a su tamaño de 375 metros y a una probabilidad de impacto del 3 %, la más alta registrada para un asteroide de tamaño significativo. Sin embargo, análisis posteriores descartaron cualquier riesgo de colisión.
La ESA y la NASA han destacado que el monitoreo constante es clave para reducir la incertidumbre en casos como este. En las próximas semanas, el telescopio espacial James Webb y el Very Large Telescope del Observatorio Europeo Austral en Chile se sumarán a los esfuerzos de observación para recopilar datos más precisos sobre la órbita del asteroide.

Coordinación internacional para la defensa planetaria
La creciente probabilidad de impacto del 2024 YR4 ha activado los protocolos de la Red Internacional de Alerta de Asteroides (IAWN) y del Grupo Asesor de Misiones Espaciales (SMPAG), ambos respaldados por las Naciones Unidas. Estos organismos fueron creados para coordinar la respuesta global ante amenazas de este tipo, incluyendo el desarrollo de estrategias de mitigación o desvío si fuese necesario.
La IAWN, presidida por la NASA, se encarga de coordinar las observaciones y caracterizaciones de asteroides a nivel internacional. En caso de que se confirme un riesgo significativo, este grupo también colabora con los gobiernos para analizar las posibles consecuencias de un impacto y planificar las respuestas necesarias. Por su parte, el SMPAG reúne a las principales agencias espaciales, como la NASA y la ESA, para evaluar las opciones técnicas disponibles y recomendar acciones concretas.
Un objeto de interés para la defensa planetaria
El 2024 YR4 ha captado la atención de los expertos en defensa planetaria por dos razones principales. En primer lugar, su tamaño lo hace lo suficientemente grande como para causar daños localizados en caso de impacto. En segundo lugar, su probabilidad de colisión ha superado el umbral del 1 %, lo que justifica la notificación formal a las agencias gubernamentales de Estados Unidos y a otros organismos internacionales.
Sin embargo, existe la posibilidad de que el asteroide desaparezca de la vista antes de que se pueda descartar por completo cualquier riesgo de impacto en 2032. Según explicó la ESA, esto podría ocurrir debido a la trayectoria excéntrica del objeto, que actualmente se aleja de la Tierra en línea recta, dificultando el cálculo preciso de su órbita. En este escenario, el 2024 YR4 permanecería en la lista de riesgo de la ESA hasta que vuelva a ser observable en 2028.
Dónde podría caer el asteroide 2024 YR4
Durante los próximos meses, el asteroide comenzará a desvanecerse de la vista desde la Tierra, lo que complicará aún más las observaciones. Por esta razón, la ESA está coordinando el uso de telescopios cada vez más potentes para recopilar la mayor cantidad de datos posible antes de que esto ocurra.
Aunque el riesgo de impacto sigue siendo bajo, el caso del 2024 YR4 subraya la importancia de la vigilancia constante y la cooperación internacional en materia de defensa planetaria. Tanto la NASA como la ESA han reiterado que continuarán actualizando sus evaluaciones de riesgo a medida que se disponga de nueva información, con el objetivo de garantizar la seguridad de nuestro planeta frente a amenazas espaciales.
2024 YR4 ya no volverá a acercarse a la Tierra hasta 2028, momento en el que se podrá estudiar de nuevo y valorar la probabilidad de impacto. Con ello, la ESA señala que es “demasiado pronto para determinar exactamente en qué lugar de la Tierra podría ocurrir un posible impacto”.