Para reducir el coste de una hipoteca, los bancos suelen ofrecer una serie de productos vinculados que permiten a los clientes acceder a tipos de interés más bajos. Estas bonificaciones, sin embargo, pueden implicar compromisos adicionales que es necesario evaluar antes de contratarlas.
Uno de los productos más habituales es la domiciliación de la nómina. Las entidades financieras suelen ofrecer descuentos en el tipo de interés si el titular de la hipoteca ingresa su sueldo en una cuenta del mismo banco. En muchos casos, esta condición también se extiende a la domiciliación de recibos de suministros, lo que puede contribuir a una reducción adicional.
Los seguros son otro de los productos que pueden abaratar la hipoteca. La contratación de un seguro de vida o de hogar con la entidad prestamista suele traducirse en una rebaja en el diferencial aplicado. No obstante, los clientes tienen la opción de contratar estos seguros con otras compañías, aunque en ese caso no recibirían el descuento ofrecido por el banco.
Las tarjetas de crédito también juegan un papel en la reducción del tipo de interés. Algunas entidades aplican bonificaciones si el titular de la hipoteca usa regularmente una tarjeta vinculada a su cuenta. Sin embargo, este beneficio puede estar condicionado a un gasto mínimo mensual.
Además, en algunos casos, los bancos ofrecen descuentos por la contratación de planes de pensiones o fondos de inversión gestionados por la misma entidad. La aportación periódica a estos productos financieros puede contribuir a una reducción del coste del préstamo, aunque implica una inmovilización de capital que debe ser considerada con detenimiento.
Las entidades también pueden ofrecer bonificaciones por la contratación de otros productos financieros, como cuentas de ahorro o depósitos a plazo. Aunque estas opciones pueden suponer un ahorro en la cuota mensual, es fundamental analizar si realmente compensan en función del perfil financiero del cliente.
![Fachada de un edificio en](https://www.infobae.com/resizer/v2/HZOQRH26LJDGDCTI327YMW7JE4.jpg?auth=bd6bfcc24a1b642e64bdd77f5aabf4227529e51d8cf8ac6f8a519cd535e916a2&smart=true&width=350&height=233&quality=85)
El ejemplo de una pareja
A pesar de las ventajas que pueden ofrecer estas bonificaciones, los expertos recomiendan estudiar detenidamente cada producto y calcular su impacto real en el coste total de la hipoteca. En muchos casos, los descuentos pueden quedar neutralizados por los gastos asociados a los productos vinculados, por lo que es importante comparar ofertas y condiciones antes de tomar una decisión.
Y es precisamente de lo que advierte el asesor financiero Luis Romaguera Salort en su último vídeo en redes sociales. “Esto es lo que normalmente no ves cuando pides una hipoteca”, comienza. “Pongamos de ejemplo una pareja de 32 y 35 años, ingresos conjuntos por encima de los 3.000 euros mensuales y queréis comprar una vivienda de 200.000 y unos 100 metros cuadrados. Como sabéis, el banco normalmente no da más del 80%, por lo que la hipoteca será de 160.000 euros”.
Y el banco, continúa este experto, “os dice 30 años a un tipo de interés del 4%, pero con la domiciliación de las dos nóminas os lo deja en el 3,5%. Y ahora vais al banco b y os dice el 4% pero con nómina, seguro de hogar y de vida, un 3,2%. Y el banco c os dice 30 años a un tipo del 4,2%, pero con nómina, seguros de hogar, de vida, de protección de pagos, alarma y plan de pensiones, un 2,8%, y os regala un televisor y decís que para cómo están los tipos, un 2,8% es una maravilla”.
![El asesor financiero Luis Romaguera](https://www.infobae.com/resizer/v2/HQ76JTBC4JHKRB2YEUYQVTHZOY.png?auth=28e74023e27691ede3f94045e72925920b8cf9812876d899417595f2cbb5a7f4&smart=true&width=350&height=214&quality=85)
31.000 euros a favor del tipo más alto
Romaguera empieza a hacer cuentas en una pizarra, y un seguro de hogar vinculado a hipoteca suele costar 400 euros al año, cuando fuera del banco está a 210. Sobre los seguros de vida, 300 euros frente a 150. El de protección de pagos, “que está muy de moda últimamente, podemos verlo por unos 5.000 euros y una cobertura de cinco años”. Y, subraya el experto, “yo no recomendaría la alarma”.
“Si sumamos el coste total de las vinculaciones -concluye- serían unos 68.000 euros en total -en esos 30 años-, mientras que escogiendo una hipoteca en la que solo nos vinculan con ingresos y lo que queramos contratar fuera, el coste total ascendería a unos 15.300″.
Terminados sus cálculos, hay una diferencia favorable de 31.000 euros de la hipoteca que más interés paga frente a la más económica, que no lo es.