Los jubilados de EEUU reciben un aviso de las desventajas de jubilarse de España: de tener que hacer mucho “papeleo” a ingresos elevados para obtener la residencia

España ha albergado una población estimada de 41.000 estadounidenses en 2024, tanto jubilados como trabajadores remotos

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Imágenes de jubilados en España.
Imágenes de jubilados en España. (Adobe Stock)

España se ha consolidado como uno de los destinos favoritos para jubilados estadounidenses. Su clima cálido, la riqueza de su cultura, la calidad de su sistema sanitario y el coste de vida más asequible en comparación con otros países de Europa Occidental son algunos de los atractivos que han motivado a muchos retirados de Estados Unidos a valorar mudarse a este país europeo. Sin embargo, junto con las muchas ventajas de la jubilación en España, los expatriados deben enfrentarse a una serie de desafíos, entre los que destacan los elevados requisitos económicos para obtener la residencia y lo que muchos perciben como una burocracia compleja.

Según los datos presentados por la revista Forbes, España ha albergado una población estimada de 41.000 estadounidenses en 2024, tanto jubilados como trabajadores remotos. Pero antes de hacer las maletas, es esencial considerar los obstáculos que los recién llegados pueden encontrar al adaptarse a la vida en el país. Uno de estos retos es cumplir con el umbral de ingresos necesarios para calificar como residente. Para obtener un visado no lucrativo (NLV, por sus siglas en inglés), el más común entre los jubilados, se necesitan ingresos demostrables de al menos 2.400 euros mensuales, más 600 euros adicionales por cada dependiente. Esta visa permite residir en España sin realizar actividades laborales y se renueva tras un primer año, siendo prorrogable por períodos adicionales de hasta cuatro años, siempre y cuando se mantengan los ingresos exigidos.

Para algunos jubilados procedentes de Estados Unidos, estas cifras pueden suponer una barrera, especialmente porque el visado no permite trabajar. Además, el coste de vida, aunque más bajo que en otras naciones europeas, también varía significativamente según la región o ciudad elegida dentro de España.

Procesos administrativos complejos

A esto se suma la reputación del país en cuanto a trámites burocráticos. España es conocida por los procesos administrativos complejos, lo que puede suponer una frustración para quienes están acostumbrados a sistemas más ágiles. Los expatriados que planeen residir en el país deben estar preparados para largas esperas y cantidades sustanciales de papeleo al gestionar la residencia, abrir una cuenta bancaria, obtener un permiso de conducir local o realizar cualquier tarea relacionada con procedimientos administrativos. Ya puedes tener paciencia.

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Otro punto a tener en cuenta es el idioma. Aunque en zonas de alta afluencia turística y en comunidades con una notable presencia de extranjeros se puede encontrar personal que hable inglés, dominar el español es fundamental para integrarse más plenamente en la vida local. Según Forbes, la mayoría de los hablantes de inglés se encuentran trabajando en el sector servicios, limitando las interacciones en este idioma a contextos específicos. Para los jubilados interesados en establecerse en áreas menos concurridas o fuera de los circuitos turísticos habituales, aprender español se convierte en una herramienta esencial para la vida cotidiana.

Además, el estilo de vida español implica adaptarse a diferentes estructuras sociales y horarios. Tanto los tiempos de las comidas como algunas costumbres locales pueden parecer significativamente diferentes para quienes están acostumbrados a la rutina estadounidense. Por ejemplo, el almuerzo rara vez se sirve antes de las dos de la tarde, mientras que la cena suele comenzar después de las nueve de la noche, una práctica que puede requerir ajustes.

En términos fiscales, España también merece una evaluación exhaustiva. Aunque existen tratados entre España, Estados Unidos y Canadá para evitar una doble imposición, el régimen fiscal español es más elevado en comparación con el sistema norteamericano. El impuesto sobre la renta, las ganancias de capital, las tasas de propiedad y los impuestos sobre sucesiones y donaciones son áreas donde los expatriados deben tener especial cuidado antes de tomar cualquier decisión. Mientras que algunos considerarán que estos impuestos representan una carga mayor, otros podrían verlo como una compensación justa por los beneficios que ofrece el estilo de vida español, incluyendo un acceso más asequible al sistema sanitario.

Sanidad y buen clima

En lo que respecta a la sanidad, España obtiene altas calificaciones a nivel mundial. El país ocupa el puesto 26 en el Índice de Atención Sanitaria de 2023, superando con amplitud a países como Estados Unidos, que se encuentra en la posición 69. Este es un aspecto especialmente atractivo para jubilados, ya que las consultas médicas y tratamientos en España son considerablemente más económicos y accesibles. Sin embargo, es importante mencionar que los residentes fiscales tienen derechos sanitarios más amplios, lo que implica vivir más de 180 días al año en el país.

Mujer jubilada disfrutando del buen
Mujer jubilada disfrutando del buen tiempo. (Pixab)

A pesar de estos retos, las ventajas del estilo de vida en España siguen siendo un gran incentivo. El clima mediterráneo del sur, con más de 300 días de sol al año, la abundancia de alimentos frescos, el coste promedio de vida y una cultura rica y dinámica son elementos que muchos expatriados valoran significativamente. Además, el transporte público de alta calidad en muchas ciudades y la posibilidad de caminar más al residir en comunidades planas y transitables permiten evitar la dependencia del coche, lo que también reduce los gastos anuales.

España sigue siendo altamente valorada como un destino excepcional para jubilados que buscan disfrutar de una calidad de vida diferente. Sin embargo, es fundamental que aquellos que consideren esta transición se informen exhaustivamente sobre los aspectos prácticos y las posibles dificultades que podrían encontrar, desde la necesidad de aprender el idioma, los horarios y costumbres locales, hasta los trámites administrativos y las implicaciones fiscales. Planificar adecuadamente, asegurarse de cumplir con los requisitos de ingresos y estar preparados para adaptarse a un estilo de vida distinto permitirá a los nuevos jubilados disfrutar plenamente de todo lo que España tiene para ofrecer.

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