La opinión de un hostelero que no encuentra camareros sobre la reducción de la jornada laboral: “La misma cuota de autónomo que pago yo la paga Amancio Ortega, algo aquí no funciona”

Es precisamente el sector hostelero en el que más controversia ha generado esta medida social del ministerio de Trabajo

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Debate sobre la reducción de
Debate sobre la reducción de jornada laboral en 'Espejo Público' (Antena 3)

El Consejo de Ministros ha aprobado este martes el anteproyecto de ley para la rebaja de la jornada laboral hasta las 37,5 horas semanales sin pérdida de salario. Lo ha hecho con los sindicatos a favor, la patronal en contra y tras haber superado las diferencias que mantenían los ministerios de Trabajo y de Economía sobre su aplicación.

Una medida que, según la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, beneficiará especialmente a los trabajadores no cubiertos por convenios colectivos, que pueden verse sometidos a una jornada laboral similar a la de los últimos más de cuarenta años y que se presentan con mayor intensidad en algunos territorios y sectores como la hostelería, el comercio, la agricultura o los servicios.

Es precisamente el sector hostelero en el que más controversia ha generado esta medida. La organización Hostelería de España y la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (Cehat) afirmaron el martes que la productividad “está vinculada a la presencialidad”, por lo que una reducción en el tiempo de servicio y producción en los establecimientos se traduciría en una caída del 3% en la facturación, lo que supone unos 5.099 millones de euros anuales para el sector.

Por el contrario, el presidente de la organización de autónomos UPTA, Eduardo Abad, considera rebaja de la jornada máxima “es una buena noticia para los trabajadores y no es una mala noticia para los autónomos y empleadores”, como defienden desde la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA) y CEOE.

No va a suponer una tragedia para el pequeño autónomo, no va a suponer una tragedia para el pequeño comercio ni una tragedia tampoco para el sector de la hostelería. Lo que va a suponer es que vamos a poder tener más tiempo de conciliación, vamos a disminuir el tiempo de trabajo de nuestros trabajadores y vamos a ser capaces de recuperar, retener el talento de los asalariados de nuestros pequeños negocios”, remarcó Abad el día que se aprobó la medida.

Debate entre hosteleros

Este debate se ha trasladado a la televisión. Y uno de los programas que lo ha abordado ha sido Espejo Público. En el plató de Antena 3, Chema Soto, propietario de un restaurante en Arcade, Pontevedra, ha expresado este jueves su preocupación por los efectos que esta reducción podría tener en pequeños negocios como el suyo.

Yolanda Díaz celebra que la reducción de la jornada laboral llegue al Consejo de Ministros.

“Yo necesitaría contratar a otra persona para cubrir las horas de los servicios de comida y de cena. Entonces, ese dinero, ese incremento de coste a la empresa ¿Dónde lo tengo que hacer? ¿Tengo que subir los precios?” comenzaba explicando Soto para el programa, y añadía que si el camarero iba a tener más tiempo libre y más sueldo, al final los restaurantes, panaderías y demás comercios, tendrían que incrementar sus precios. “Entonces es la pescadilla que se muerde la cola”, sentenciaba.

Por otro lado, Jesús Soriano, creador de la cuenta @soycamarero en redes sociales y defensor de la reducción de la jornada laboral, ofreció una perspectiva diferente. Soriano minimizó el impacto que esta medida podría tener en los pequeños negocios, argumentando que la reducción de dos horas y media por semana no debería representar un cambio drástico.

No creo que sea tan exagerado. Igual que se las están apañando hasta ahora para deber muchas horas extra en este país, no creo que tuviera que repercutir mucho”, afirmó Soriano, quien considera que la medida es viable y necesaria para mejorar las condiciones laborales.

Ya se pusieron las manos en la cabeza cuando en 1919 se estableció la jornada de ocho horas, que era una locura y demás. Y mirad que bien estamos ahora con la jornada de ocho horas. Pues exactamente pasará lo mismo. O por lo menos yo hablo de mi sector”, añadió.

Por otro lado, Soto indicaba que con las nuevas medidas no conseguiría facturar: “Llevo 20 días abierto. Me costó abrir porque no encontraba el personal adecuado. Ahora que lo tengo me dicen que tengo que reducirles la jornada y tengo que contratar a otra persona más. A mí no me da” argumentaba a la vez que explicaba las desigualdades en el sistema fiscal y laboral. “La misma cuota de autónomo que pago yo, la paga Amancio Ortega. O sea, algo aquí no funciona”.

A lo que Jesús contestó que entonces habría que valorar la viabilidad de su empresa: “Yo creo que si este cambio, esta pequeña reducción de jornada, afecta tantísimo a una empresa, igual la empresa no es viable. Igual hay que darle una vuelta a esto”, finalizaba.

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Un camarero trabaja en la terraza de un restaurante. (Freepik)
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