El té verde es una de las bebidas más consumidas en el planeta. Además, es conocida por sus beneficios para el bienestar y la salud. Es muy conveniente tomar el té verde en ayunas, ya que, de esta forma, es posible aprovechar al máximo sus propiedades y beneficios, aunque es cierto que no se recomienda tomar más de cuatro o cinco tazas al día.
El té verde se prepara con las hojas de la planta Camellia sinensis, y es un tipo de té no fermentado cuyas principales propiedades se asocian con la recuperación muscular, la quema de grasas y la regulación del sistema inmunológico. Por ello, es común y conveniente tomarlo como suplemento a la actividad física, y es perfecto en épocas de frío, para entrar en calor, aunque también se puede preparar con una receta fría.
Principales propiedades y beneficios del té verde
La aseguradora médica Bupa Salud especifica en un artículo algunos de los principales beneficios del té verde y su impacto positivo en la salud. Uno de sus principales atributos es su efecto positivo sobre el sistema cardiovascular: “Contiene catequinas, polifenoles y antioxidantes que pueden tener un impacto positivo sobre la salud del corazón y los vasos sanguíneos”. Además, debido a su poder para la quema de grasas, Bupa Salud apunta que el té verde puede ser una “ayuda para perder peso” de manera efectiva.
Entre el resto de propiedades positivas del té verde, la compañía médica destaca en su artículo su poder antiinflamatorio, la regulación del azúcar en la sangre, lo que puede ser “muy positivo” para personas con diabetes tipo 2, o su relación con la salud cerebral y cognitiva: “Los antioxidantes pueden ayudar a proteger a las células cerebrales del daño oxidativo”. Además, el té verde contribuye a la salud de la piel, de los dientes y de los huesos, alivia la ansiedad y el estrés y puede ayudar a prevenir ciertos tipos de cáncer.
El consumo de té verde y las enfermedades hepáticas
El estudio del impacto positivo del té verde sobre la salud ha sido objeto de estudio frecuente durante estos últimos años. Precisamente, según aclara el National Institutes of Health (NIH) mediante su Centro Nacional de Información Biotecnológica, los altos niveles de una sustancia llamada catequina son la razón por la que se asocia al té verde con tantas propiedades saludables: “podrían tener efectos biológicos como antioxidantes, antivirales, anticancerígenos, antimutagénicos, anticancerígenos, antiinflamatorios, antiobesidad e hipolipidémicos”.
Un estudio del propio NIH sobre “el efecto del consumo del té verde sobre el riesgo de enfermedad hepática” concluye que estas propiedades del té verde se asocian también con un efecto protector “significativo” sobre las enfermedades del hígado: “El consumo de té verde se asocia a un menor riesgo de la enfermedad del hígado graso, hepatitis, cirrosis hepática y enfermedades crónicas”.
Además, otro estudio sobre los “biomarcadores hepáticos en adultos” llevado a cabo por distintos especialistas y publicado por la revista Science Direct asegura que el consumo de té verde es capaz de disminuir estos biomarcadores hepáticos, que son básicamente “cualquier exceso del límite superior del rango normal de bilirrubina”. Este artículo asegura que el hecho de que estos biomarcadores de bilirrubina disminuyan significa que el té verde tiene un efecto protector de cara a las enfermedades del hígado.