Meses malos para las marcas de lujo: Versace, Jimmy Choo y Michael Kors entran en ‘números rojos’

El conglomerado estadounidense Capri Holdings no está pasando por su mejor momento. El grupo propietario de marcas de lujo como Versace o Jimmy Choo registró entre octubre y diciembre del pasado año -el tercer trimestre fiscal para la compañía- unas pérdidas de 547 millones de dólares (unos 529 millones de euros). Unas cifras que contrastan con el beneficio de 105 millones de dólares (101 millones de euros) obtenido en el mismo periodo del año anterior.

Estos números rojos reflejan, en gran parte, un impacto adverso de 652 millones de dólares (582 millones de euros) debido a la reducción en el valor de algunos activos, lo que no implica una salida de dinero en efectivo, sino una corrección en su contabilidad.

De cualquier manera, lo cierto es que su facturación ha caído. Y es que la cifra de negocio del grupo en el trimestre fue de 1.261 millones de dólares (1.219 millones de euros), lo que representa una caída del 11,6% respecto al mismo periodo del año anterior.

Por marcas, Versace sufrió el mayor descenso, con una reducción del 15% en sus ingresos, hasta los 193 millones de dólares (186 millones de euros); Jimmy Choo registró una bajada del 4,2%, alcanzando 159 millones de dólares (154 millones de euros). Por su parte, Michael Kors redujo su facturación en un 12%, situándose en 909 millones de dólares (879 millones de euros).

Así, en los nueve primeros meses de su ejercicio fiscal, la compañía registró pérdidas de 537 millones de dólares (519 millones de euros), frente a las ganancias de 243 millones de dólares (235 millones de euros) anotadas un año antes, mientras que sus ventas bajaron un 13,7%, hasta 3.407 millones de dólares (3.294 millones de euros).

“En general, nuestro negocio siguió enfrentándose a desafíos durante el trimestre y nos sentimos decepcionados con nuestros resultados”, ha reconocido John Idol, presidente y consejero delegado de Capri. Asimismo, el ejecutivo ha indicado que la empresa está reevaluando sus iniciativas estratégicas para mejorar las tendencias de ventas actuales.

Los malos resultados de Capri Holdings no parecen ser un caso aislado. El gigante francés del lujo LVMH informó el pasado mes de enero que en 2024 obtuvo un beneficio de 12.550 millones de euros, lo que representa una caída del 17% en un año que la compañía considera de consolidación tras la euforia que vivió el sector.

El presidente del grupo, Bernard Arnault consideró que “en un contexto incierto” las marcas que componen su cartera mostraron “una buena resistencia” y valoró de forma positiva los datos del últimos trimestre, que marcan una cierta recuperación de las ventas.

En el conjunto del año, LVMH facturó un 2% menos que en 2023, hasta los 84.683 millones de euros, mientras que su margen operativo también acabó en retroceso, un 14% menos hasta los 19.571 millones.

El grupo vio una caída anual de sus ventas en su principal división, la de moda y marroquinería, que engloba marcas como Louis Vuitton, Dior o Celine, que alcanzaron los 41.060 millones, un 3% menos. También se degradaron las ventas de vinos y licores, un 11% hasta los 5.862 millones, mientras que la relojería cayó un 3% hasta los 10.577 millones.

Para los analistas de Bankinter, “A una caída de ventas se une un mayor esfuerzo de gasto en marketing y distribución para atraer la atención de los clientes”, por lo que, aunque habrá que esperar a febrero para ver las cifras completas del ejercicio 2024, ya se puede hablar de “un deterioro” en el sector.

En este sentido, apuntan que “El entorno es complejo para el sector: la clientela más “aspiracional” se resiente de menor poder adquisitivo para productos no básicos, las riesgos geopolíticos y políticos (cambios de Gobierno en varios países occidentales) también retraen a los clientes y solo el segmento más premium aguanta”.

*Noticia elaborada con información de agencias