McDonald’s es de los restaurantes más conocidos por todo el mundo. Este servicio de comida rápida, tanto para comer al instante como para llevar a casa, está en casi todas las ciudades y barrios de España. Es muy difícil no encontrar un McDonald’s cerca. A pesar de sus bajos precios, estos restaurantes también son conocidos por los descuidos en su comida, la falta de higiene en sus establecimientos y de algún que otro problema con los protocolos de sanidad en los productos.
Precisamente esto es lo que le ha ocurrido a un padre, quien realizó un pedido para llevar en el McDonald’s de Éragny-sur-Oise, cerca de Versalles (norte de Francia). El padre, que además es agente de policía, descubrió un clavo oxidado en la bolsa de patatas fritas de su hija el viernes 31 de enero. Fue ella misma quien detectó que había algo extraño alojado en su comida: “Comenzamos a comer con mi familia y mi hija me gritó ¡Papá, hay algo raro en la porción de papas fritas!” Al ver el interior, el padre quedó atónito. “Vi un clavo o un tornillo bastante largo en las patatas”, ha explicado el agente.
El hombre, indignado, volvió al restaurante responsable para informar al encargado sobre este incidente. Exigió un reembolso por esa porción de patatas fritas, pero el director del establecimiento se mostró “muy desagradable” y se negó a concederle la devolución, según ha informado el diario francés BFMTV.
Por su parte, el gerente no creyó al agente, sosteniendo que era imposible. Además, comunicó que el restaurante no tiene la culpa, al considerar altamente improbable que se haya colado un clavo en la freidora. “Somos clientes leales y esta es la primera vez que nos pasa esto. Mi hija podría haber resultado herida y lo mínimo que podemos hacer es escuchar a los clientes que se enfrentan a este tipo de situaciones”, ha denunciado el padre en un post publicado en X.
Política de McDonald’s
Por su parte, McDonald´s Francia ha declarado que se toma el asunto muy en serio y denuncia la “situación inaceptable”. “La seguridad de nuestros clientes es nuestra máxima prioridad”, ha añadido el restaurante de comida rápida. Desde entonces, el establecimiento donde ocurrió el incidente se está sometiendo a una investigación interna.
No obstante, “no se ha detectado ningún incumplimiento” de las metodologías y normas de la compañía, aunque las investigaciones continúan. “No hemos recibido ninguna otra denuncia en el restaurante por un incidente de este tipo”, ha concluido el comunicado de McDonald’s.
La política del restaurante es clara: “Cada día, millones de familias visitan nuestros restaurantes, por ello estamos comprometidos con la nutrición, la educación y la salud como compromiso con ellas”, se puede leer en su página web.
Por otro lado, a la hora de cancelar un pedido o pedir la devolución, los clientes “pueden modificar o desistir de su orden en cualquier momento antes de hacer clic en pagar y enviar orden”. En este caso, si se desea solicitar un reembolso, se puede acudir al establecimiento, pero la decisión de aceptar o no la solicitud queda “a discreción del restaurante”.