Glovo planea modificar el modelo de negocio que tiene implantado en España. Según ha confirmado Óscar Pierre, fundador y CEO de la compañía, “contrataremos a 20.000 trabajadores, pero ganarán menos que como autónomos”. Así, la plataforma de reparto a domicilio deja atrás el modelo de autónomos que operaba hasta ahora. Este cambio, que implicará que, de acuerdo con el fundador, “la empresa tendrá que invertir 100 millones de euros en el proceso de contratación de los repartidores”, responde a las exigencias legales del Gobierno de España, a las sanciones acumuladas por la compañía. Sin embargo, Pierre ha advertido que “cobrarán de media bastante más que el salario mínimo, pero ganarán menos”, en comparación con lo que ganaban como autónomos.
Pierre, que ha sido entrevista en el pódcast Itnig, especializado en startups, esta transición hacia la contratación laboral de sus trabajadores traerá consigo una pérdida de flexibilidad para los repartidores. “Hay gente que quería una flexibilidad, que ahora no tendrá”, ha afirmado. Además, ha explicado que muchos de los nuevos contratos serán de “muy pocas horas semanales”, y que “a partir de ahora estarán obligados a trabajar en unas franjas horarias determinadas”. “Lo que querían los riders era mantener la flexibilidad, pero mejorar las condiciones, pero no será así”, ha expresado.
El cambio de modelo no solo afecta a los repartidores, sino también a la estructura operativa de la empresa. Tal y como ha publicado El Economista, Glovo ha abierto una mesa de diálogo con agentes sociales para garantizar que el proceso de transición se lleve a cabo de manera consensuada y con todas las garantías necesarias. Aun así, el fundador ha asegurado que “tanto el negocio español como Glovo serán rentables”.
Las implicaciones legales de esta transformación
Durante la entrevista, Pierre ha recordado que “empezamos con Glovo con un modelo en 2015 que no estaba bien pulido porque no teníamos ni idea de los temas legales y copiamos lo que había en EE. UU. otras empresas como Uber Eats”. Desde entonces, la compañía ha enfrentado múltiples desafíos judiciales. Según el CEO, desde 2018 Glovo comenzó a implementar un modelo que permitía a los repartidores trabajar con mayor autonomía, “llevamos el nivel de la flexibilidad a otro nivel”: “La sentencia del Supremo decía que había un espacio para los autónomos y desde 2018 hemos implantado un modelo distinto que ha llegado 14 veces a los tribunales y las 14 veces las hemos ganado”, ha dicho.
A pesar de estas victorias judiciales, Pierre ha reafirmado que desde la empresa han decidido “movernos a la relación laboral que quería el Gobierno y esperar a que el Supremo dictamine quién tenía razón”. “Si confiamos en los jueces, creo que recuperaremos los 200 millones en multas”, ha asegurado.
La adquisición por parte de Delivery Hero ha sostenido el negocio
Otro aspecto clave en la supervivencia de Glovo ha sido el respaldo financiero del gigante alemán Delivery Hero, que adquirió la compañía. Pierre ha reconocido que, sin esta compra, Glovo habría tenido que cerrar sus operaciones en España debido a las sanciones económicas. “¿De dónde hubiéramos sacado el dinero para las multas? Ahora duermo mejor”, ha afirmado. También ha destacado que, gracias al apoyo de Delivery Hero, “han estado financiando las pérdidas, pero ahora ya somos rentables a pesar de las multas”.
El fundador también ha subrayado que, a pesar de los cambios, Glovo está preparado para mantener los estándares de calidad en su servicio, incluyendo los tiempos de entrega rápidos y la disponibilidad de repartidores en cualquier momento del día.