Desde hace algunos años, una gran variedad de cadenas de supermercado y otros comercios cuentan con cajas de autoservicio en sus locales. En general, sin embargo, suele haber empleados del comercio junto a o cerca de la sección de autopago, tanto por si algún cliente no acabase de descifrar su funcionamiento como para asegurar que todo el mundo pague por lo que se lleva, ya que hay una gran variedad de trucos y trampas para “ahorrarse un dinero” en ellas.
Más allá de las pérdidas que puedan generarse para los negocios que implementan este tipo de formas de pago, estas medidas también son problemáticas porque suponen la pérdida o eliminación de puestos de trabajo que podrían ser ocupados por personas. Y es que ya están empezando los “experimentos”: varios locales de Alcampo de la comuna francesa de Valenciennes ha empezado a abrir sus puertas los domingos, pero sin más empleados que un guardia de seguridad.
El Alcampo francés que opera sin empleados los domingos
Según informó el medio francés ici Nord, son tres los supermercados locales (en Aulnoye-Aymeries, Saint-Saulve y Orchies) los que, a modo de experimento, han comenzado a abrir los domingos, sin movilizar personal más allá de un guardia de seguridad que vigila a los clientes cuando pasan por las cajas de autoservicio.
Según La Dépêche, varios empleados han recibido esta nueva medida con escepticismo: “¿Qué será lo próximo? ¿Pronto abriremos también por la noche?“, se preguntaba Kévin Coriou, el representante sindical de la Confederación Francesa Democrática de Trabajo (CFDT). Según el mismo, no llega a explicárselo del todo, ya que añadió que “las orientaciones estratégicas de Auchan a veces son difíciles de detectar. Creo que se trata de buscar el beneficio, el volumen de negocio, además de lo que se hace durante la semana. Ahora hay que ver si a largo plazo todo eso sigue siendo rentable”.
Magalie Ducauroy, la directora de un local de Valenciennes que comenzó a aplicar esta medida hará ya dos años, asegura que no ha cambiado “absolutamente nada”, sea para clientes o para empleados. “Solo se instalan paredes de 12 a 12:30 para impedir la compra de alcohol. Pero cuando llegamos el lunes por la mañana, todo es como si hubiéramos salido de la tienda el sábado por la noche”.
De acuerdo con la información publicada en France Bleu, la apertura los domingos atrae a muchos clientes, especialmente belgas (Valenciennes se encuentra casi en la frontera entre Francia y Bélgica) que acuden para comprar agua y bebidas más baratas que en su país. Además, según explicó la directora, “hay jóvenes de 25 y 30 años que vienen a la tienda (el domingo) porque no tienen tiempo entre semana. Y el domingo por la tarde está más tranquilo, les resulta más agradable”.
Sin embargo, eso de que no haya cambiado “absolutamente nada” no es del todo cierto. Alcampo, cuya sede se encuentra en Villeneuve-d’Ascq, anunció el pasado mes de noviembre un plan “social” en el que se preparaba para eliminar 2.400 puestos de trabajo, además de cerrar varias plantas, lo que sin lugar a dudas afectará a esos centenares de personas cuyos puestos serán suprimidos.
Emmanuelle Dancort, una columnista independiente francesa, opinó al respecto en Radio Monte Carlo: “Me asombra, casi me aterroriza, que ya no haya límites… que estamos haciendo estallar los códigos del descanso”, a lo que añade que “nuestras vidas están regidas por el volumen de negocios, por el comercio”.
Los clientes, por su parte, han mostrado opiniones diversas. “Estamos perdiendo puestos de trabajo”, argumenta uno de ellos; mientras que otros creen que habrá que “acostumbrarse. Pronto todo será automático, no habrá más cajeros, pero eso no me preocupa”. De cualquier forma, el consenso es que esta tecnología acabará por eliminar oportunidades laborales.