Cómo funciona el anticipo de herencia, una herramienta legal para que los padres ayuden a los hijos en la compra de una vivienda

El panorama de la vivienda está peor que nunca. El pasado mes de diciembre el metro cuadrado alcanzó los 2.271 euros de media, según los últimos datos del portal inmobiliario Idealista. Se trata de un 11,2% más que el mismo mes de 2023, lo que supone un nuevo récord en el país. Es decir, que nunca se han vivido precios tan altos como los de ahora.

En algunas regiones, esta subida ha sido mucho mayor. En la ciudad de Madrid, por ejemplo, el mes pasado se alcanzaron los 4.952 euros (un 20,2% más que diciembre del año anterior), mientras que en Barcelona ha llegado hasta los 4.700 euros, en Palma de Mallorca hasta los 4.442 y en Málaga los 3.507 euros.

Con estos datos, es completamente lógico que los esfuerzos para comprar una vivienda se hayan disparado. Según los últimos datos del OBS Business School, del pasado mes de julio, los españoles ya destinan, de media, el 40% de sus ingresos a pagar su hipoteca, mientras que lo recomendado por expertos y entidades es que no supere el límite del 30%.

En este contexto, los jóvenes se encuentran entre los colectivos con mayores dificultades para acceder a una vivienda. El constante aumento de los precios, combinado con salarios que no crecen al mismo ritmo y la imposibilidad de ahorrar debido al coste del alquiler, limita sus opciones. Frente a este panorama, el anticipo de herencia se presenta como una vía legal para que los padres puedan ayudar a sus hijos a adquirir una vivienda.

Como explican desde el bufete sevillano Ligur Abogados, “El mal llamado anticipo de herencia, se trata en realidad de una donación” a un heredero forzoso, por lo tanto, no es una figura expresamente prevista o regulada por la ley, ni algo que un padre pueda realizar libremente en favor de un hijo, aunque eso no quiere decir que no esté regulada.

Por un lado, hay que tener en cuenta que el anticipo de herencia es colacionable, ya que lo recibido se descontará del reparto final de la herencia, es decir, que el beneficiario verá reducida su parte en el reparto final.

Por otro lado, al otorgar un adelanto de herencia, es fundamental respetar lo establecido en el artículo 636 del Código Civil, que señala que “nadie puede dar o recibir por donación más de lo que puede dar o recibir por testamento”. Además, este adelanto no puede perjudicar los derechos de los demás herederos, por lo que es necesario calcular si la cantidad entregada afecta la legítima de otro heredero. En caso de que así sea, el beneficiario deberá compensarlo.

Dado que el anticipo de herencia se considera una donación, quien lo reciba deberá tributar por el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones. Además, si el adelanto de herencia incluye bienes inmuebles, podría ser necesario abonar otros tributos, como el Impuesto sobre el Incremento del Valor de los Terrenos de Naturaleza Urbana (Plusvalía Municipal).

Desde González y Silva & Co. Abogados apuntan que “Fiscalmente, es más beneficioso recibir una herencia tras el fallecimiento que recibir una donación en vida. La razón es que las donaciones están gravadas de manera más severa en algunas comunidades autónomas en comparación con las herencias”. No obstante hay circunstancias en las que sí es recomendable recurrir a un anticipo, como:

• Cuando el donante quiere apoyar económicamente a uno o varios herederos antes de su fallecimiento.
• En casos donde los herederos requieren recursos o bienes para hacer frente a dificultades económicas.
• Para simplificar la gestión del patrimonio y prevenir posibles disputas entre herederos tras el fallecimiento.

Este adelanto de herencia debe formalizarse ante notario mediante escritura pública, donde se detallan los bienes entregados y las condiciones del adelanto.